MADRID. El presidente del banco nacionalizado Bankia indicó que los 23 mil 500 millones de euros (29 mil 500 millones de dólares) recibidos del erario para evitar su bancarrota son considerados una inversión que a la postre aportará beneficios al gobierno español, y no un crédito, por lo que no tendrán que ser devueltos.
En una declaración difundida el domingo, su presidente José Ignacio Goirigolzarri intentó calmar a los mercados después que los medios de comunicación pidieran aclaraciones sobre sus comentarios del sábado, cuando dijo que no hay necesidad de devolver nada, en referencia a la inyección de capital.
Agregó que la responsabilidad de Bankia no consiste en devolver el capital, sino generar valor y ofrecer rentabilidad a esa aportación.
Bankia cuenta en su balance con 32 mil millones de euros (40 mil millones de dólares) en activos tóxicos debido a los créditos morosos que otorgó al sector de la construcción antes de que estallara la burbuja del ladrillo.
Asimismo, Goirigolzarri descartó que vaya a buscar responsables en la entidad, después de que ayer pidiera al Estado una ayuda pública de 19 mil millones de euros y admitiera unas pérdidas de casi tres mil millones de euros en 2011.
“No he venido aquí a depurar responsabilidades”, dijo Goirigolzarri en su primera rueda de prensa tras ser nombrado presidente de Bankia.
Ante la aparición de unas necesidades de capital de 19 mil millones de euros, que aportará el Estado, Goirigolzarri dejó claro que “no ha aparecido nada” irregular que explique esta brecha, más allá del propio “deterioro del valor de los activos por la evolución económica y los cambios regulatorios”.
Además de pedir esa inyección de capital el banco reveló que cerró el año pasado con unas pérdidas de dos mil 979 millones de euros, lejos de los 309 millones de ganancia que anunció en febrero pasado, cuando la entidad no había sido aun nacionalizada ni las cuentas habían sido auditadas.
La petición de Bankia al Estado de una ayuda pública de 19 mil millones de euros se suma a los cuatro mil 465 ya inyectados, para completar su saneamiento, en lo que supone el rescate más caro de la historia financiera de España.