El mayordomo arrestado por la Gendarmería del Vaticano en posesión de documentos confidenciales del Papa y sospechoso de haberlos filtrado a la prensa, Paolo Gabriele, expresó hoy su plena colaboración para descubrir la verdad.

 

Según informó su abogado de confianza, Carlo Fusco, el “ayudante de cámara” de los apartamentos pontificios se encuentra “sereno y tranquilo”, además de haber demostrado su voluntad de ayudar a la magistratura encargada de la investigación.

 

“Paolo Gabriele ha declarado al juez que ofrecerá la más amplia colaboración, eso ocurrirá cuanto antes luego que el otro abogado defensor, Cristiana Arru, y yo habremos estudiado bien el caso objeto de la investigación”, indicó en una nota oficial.

 

“Por lo tanto, lo antes posible, Paolo responderá a todas las preguntas y colaborará con los investigadores para descubrir la verdad”, agregó.

 

El mayordomo, de 46 años, fue detenido la tarde del miércoles 23 de mayo por agentes de la Gendarmería Vaticana luego de una inspección en su casa, donde fueron encontrados diversos informes confidenciales que exceden el ámbito de su competencia.

 

Desde ese día permanece recluido en una habitación de seguridad, de cuatro metros por cuatro, ubicada en el cuartel de la Gendarmería. La celda está formada por una cama, un escritorio y un baño contiguo.

 

Este lunes el abogado Fusco expresó su “estupor” ante la noticia, que trascendió el fin de semana, según la cual en el apartamento de Gabriele los agentes habrían descubierto varias cajas de documentos además de sofisticado equipo de fotografía y fotocopiado.

 

El representante legal precisó que esos detalles se encuentran aún cubiertos del secreto procesual y aún no son conocidos por los abogados.

 

Asimismo precisó que la esposa del mayordomo, Manuela Gabriele, nunca se alejó de su casa conyugal ubicada dentro del territorio del Vaticano, no dio entrevistas ni pretende hacerlo en este momento porque confía en la acción de la magistratura.

 

Por ahora Paolo Gabriele permanece como el único imputado en la investigación que busca echar luz sobre el “vatileaks”, la crisis por la filtración a la prensa de documentos confidenciales sobre los asuntos más delicados del actual pontificado.