La Arquidiócesis de México señaló que al encontrarnos en una época de discernimiento es importante escuchar y juzgar las propuestas de aquellos que buscan el voto, sobre todo cuando se habla de pobreza y medio ambiente.
En el editorial del semanario Desde la Fe señaló que en tiempo de campaña no es suficiente con plantear tareas titánicas aisladas o nuevos marcos institucionales; en particular cuando los “candidatos se limitan a asegurar que invertirán más, destinarán más recursos o que crearán fondos para revertir la pobreza y la destrucción ambiental”.
El Arzobispado de México afirmó que es insuficiente y vano pensar que el dinero remediará estos problemas sociales que traen consigo dificultades, de ahí que ningún tipo de riqueza pueda detener el cambio climático o garantizar que sus efectos no sean más crueles con los más necesitados.
“La Iglesia católica ha planteado que es preciso un cambio profundo que convoque a todos en responsabilidades múltiples y en una participación comprometida”, asentó en el escrito.
La organización que encabeza el cardenal Norberto Rivera destacó que de acuerdo al libro Dolor de la tierra, Dolor de los pobres; ¡Actuemos ya!, que publica Caritas México IAP ( órgano católico), el aumento de los precios de alimentos en México, la falta de soberanía alimentaria, las secuelas de la crisis financiera de 2007 y la política económica de “estancamiento estabilizador”, así como el hambre y sed que viven desde hace 18 meses 20 estados de la República, por la sequía y la reducción de empleo, está arrojando grupos amplios de la población de la clase media a la pobreza, y de ésta a la profundización de su vulnerabilidad.
Anotó que, aunado a lo anterior, la creciente corrupción que aumenta los costos de vida y reduce aún más los servicios gubernamentales, además de incitar la necesidad de migrar por la violencia en las comunidades, “los impuestos y extorsiones del crimen organizado”, ha provocado cambios en el uso del presupuesto “hacia armas y policías” que bien podría dirigirse a apoyo social o crecimiento.
Según el informe de Caritas México 2012, dentro de las principales Arquidiócesis o Diócesis con mayor número de población en situación de pobreza se encuentran: Puebla; Distrito Federal; San Cristóbal de Las Casas y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Guadalajara, Jalisco; Morelia, Michoacán; Tabasco; Toluca y Cuautitlán, Estado de México; Antequera, Oaxaca; Acapulco, Guerrero; León, Guanajuato; Tulancingo, Hidalgo, y Querétaro, entre otros.
Este informe resaltó que en mil 200 municipios del país (de dos mil 422 existentes en 2005), hay una marginación de “media” a “muy alta”, con poblaciones que carecen de los accesos básicos a la educación, a la vivienda digna y a la percepción económica suficiente, dejando prácticamente excluida a la mitad del país en la participación de bienes y servicios esenciales para el desarrollo de sus capacidades básicas. Ante esta situación, poblaciones enteras que ya tienen un problema de miseria y marginación podrían padecer crisis desastrosas que las colapsarían completamente.