El Gobierno Federal celebró ayer que por primera vez en el sexenio, la cifra de homicidios dolosos del primer trimestre se redujo 7% en comparación al mismo periodo del año anterior; sin embargo, estos crímenes se han duplicado en cinco años.

 

Además, las cifras que presentó en una conferencia de prensa el titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Óscar Vega Marín, no coinciden con las que arroja la página electrónica de la dependencia, que él mismo recomendó consultar.

 

De acuerdo con la estadística dada a conocer por el funcionario federal, de enero a marzo de este año se contabilizaron 4 mil 998 homicidios dolosos, lo que equivale a una baja del 7% respecto al mismo periodo del 2011, cuando la cifra fue de 5 mil 377 crímenes.

 

Sin embargo, si estos números  se comparan con el primer trimestre del año 2007 (el primero también del gobierno de Felipe Calderón) cuando el número de homicidios fue de 2 mil 429, se concluye que en sólo un lustro el porcentaje de asesinatos se incrementó 105%.

 

Sin hacer énfasis en que los homicidios en realidad se duplicaron, Vega Marín dijo que el haber frenado por primera vez el crecimiento de los crímenes respecto de un primer trimestre a otro era una “buena señal”, aunque también se mostró cauto al recordar que ese delito es responsabilidad de los estados.

 

“Reitero, todavía el camino por seguir es complicado, es largo, y tenemos que redoblar esfuerzos, las autoridades federales, las autoridades estatales sobre todo, finalmente debemos recordar, este delito es de exclusividad estatal, digamos, son los homicidios dolosos del fuero común”, aseguró.

 

Vega reveló además en que al comparar la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes del último trimestre del año pasado con el primer trimestre del 2012, se advierte que 12 entidades federativas no cumplieron con el compromiso acordado en octubre del año pasado, respecto a reducir o al menos estabilizar la incidencia.

 

Entre los estados que no cumplieron destaca Campeche, cuyo porcentaje de crímenes por cada cien mil habitantes se incrementó 133%, seguido de Oaxaca, con 80%, y Colima, con 49%.

 

Las otras entidades que también evidenciaron incrementos fueron Baja California Sur, Zacatecas, Hidalgo, Durango, Tamaulipas, Nuevo León, Aguascalientes, Guerrero y Michoacán.

 

El resto de las entidades sí logró contener o reducir su incidencia, destacando San Luis Potosí, con una baja del 39%; Tlaxcala, con 33%, y Nayarit, con una caída del 29%.

 

En el panorama global, se advierte que durante el primer trimestre de este año siete estados del país registraron el 56% de todos los homicidios dolosos,  mientras que el resto, el 44%.

 

Se trata de Chihuahua, que acumuló el 12% de los crímenes, seguido de Nuevo León, con el 10%; Guerrero, con el 9%; Sinaloa, con 7%; el Estado de México, con 7%; Jalisco, con 6%, y Tamaulipas, con 5%.

 

Vega Marín consideró prudente que en los casos donde no se ha alcanzado un descenso en la incidencia delictiva de los homicidios se analicen los factores que están fallando, pues recordó que es importante que los gobernadores cumplan con los compromisos que ellos mismos han realizado.

 

“No sólo es un tema de recursos económicos, es un tema de voluntad, es un tema de avanzar en proyectos como el control de confianza, como la implementación del nuevo Sistema de Justicia Penal, como la depuración de los policías, como la de la implementación del modelo policial”, apuntó.