LA HAYA. El Tribunal Especial para Sierra Leona (TESL) condenó ayer a 50 años de cárcel al ex presidente de Liberia Charles Taylor por instigar, a cambio de diamantes, crímenes “atroces” cometidos durante la guerra civil que asoló a su vecino país africano entre 1991 y 2002.
“La sala le condena por unanimidad a 50 años de prisión”, sentenció el juez que presidió el caso, Richard Lussick, quien recordó que Taylor “ha sido considerado responsable de fomentar algunos de los crímenes más atroces de la historia de la humanidad”.
Convertido en el primer ex presidente condenado a una pena de cárcel impuesta por un tribunal internacional, Taylor, de 64 años, escuchó la sentencia sin apenas inmutarse.
Los jueces aclararon que la pena cuenta a partir de la fecha en la que Taylor fue detenido para afrontar su juicio, en marzo de 2006.
La condena, que es susceptible de apelación, es inferior a los 80 años que pedía la Fiscalía porque el expresidente de Liberia no participó directamente en la comisión de los crímenes, sino que fue cómplice de los mismos dando apoyo logístico a los rebeldes de Sierra Leona.
La sentencia consideró que los crímenes, entre los que se encuentran asesinatos, mutilaciones y violaciones en público de mujeres, destacaban por su “brutalidad” y tuvieron un efecto “devastador” en las víctimas.
Los jueces constataron que el apoyo de Taylor a los rebeldes del Frente Unido Revolucionario (RUF) de Sierra Leona “prolongó la duración del conflicto, que se hubiese acabado antes sin las armas y municiones” que proveyó a la guerrilla.
El tribunal rechazó todos los factores atenuantes que había propuesto la defensa, la cual estimó que circunstancias como la edad, las condiciones familiares, su papel en el proceso de paz en Sierra Leona serían posibles elementos para rebajar la pena.
Los jueces recordaron que Taylor “alimentaba en secreto las hostilidades” de Sierra Leona, y aunque reconocieron que contribuyó a liberar a algunos rehenes, desestimaron ese factor como atenuante en vista de la gravedad de los crímenes cometidos.
También precisaron que Taylor “se benefició del sufrimiento de las víctimas para poder hacerse con diamantes”.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz comentó que la sentencia “ha cerrado una página de la historia de Sierra Leona” pero que “las víctimas no serán olvidadas”.
El juicio a Taylor se abrió en junio de 2007 y quedó visto para sentencia en marzo de 2011.
El conflicto civil que asoló Sierra Leona entre 1991 y 2002 generó más de 100 mil víctimas, entre ellos multitud de mutilados, y causó unos 50 mil muertos.