El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens Carstens, recomendó a la siguiente administración del país dar continuidad a la plataforma económica ya construida.
“Creo que independientemente de quien gane, lo que sería de esperar es que las nuevas administraciones traten de construir sobre esta plataforma que se ha erigido con mucho esfuerzo”, dijo.
De hecho, destacó la declaración del secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, en el sentido de que en México se han hecho esfuerzos importantes que permiten la estabilidad mínima para el crecimiento.
Sin embargo, reconoció que aún hay mucho por hacer para acelerar el crecimiento “y creo que sin duda es el objetivo de todos los candidatos, porque además es lo que todos los mexicanos queremos”.
Indicó que México debe contar con la suficiente flexibilidad para adaptarse a los cambios de los entornos nacional e internacional.
Por eso sería lógico que la nueva administración se concentre en hacer los ajustes y las reformas estructurales para que haya mayor crecimiento.
Agregó que desde el punto de vista de la estabilidad se ha dado avances institucionales en México que permiten presumir la preservación de ciertas “anclas”, como la autonomía del banco central y la ley de responsabilidad fiscal que le pone ciertos límites a los déficits del gobierno federal. “Entonces, creo que construyendo, sin importar quien sea nuestro siguiente presidente y los arreglos institucionales, sí podemos presumir que vamos a construir sobre lo que tenemos”, expuso el funcionario, quien dejó en claro que continuidad no quiere decir que se tome únicamente lo que existe.
Para lograr las modificaciones necesarias, aseguró, se tiene que generar confianza dentro de los poderes Legislativo y Ejecutivo y de la sociedad, para ir ajustando la economía de acuerdo con las necesidades del país. “Lo que sí debemos tener es esa flexibilidad de irnos actualizando” porque, ejemplificó, hay leyes que tienen 60 años de antigüedad”.
Por lo tanto “hay que pensar si estaríamos sujetos a los tratamientos médicos de hace 60 años, diríamos obviamente: ya no están de acuerdo con las necesidades ni las capacidades. Lo mismo pasa con las leyes (…) pero hay ciertas reglas que ya no están de acuerdo con los retos que tiene el país y por lo tanto sí se tienen que hacer”, aseveró.