Ayer, ante la corte en Nueva Orleans, Kevin Costner hizo frente a la demanda federal interpuesta en febrero pasado por el actor Sthepen Baldwin y Spyridon Contogouris, por 21 millones de dólares.
No crea usted que la demanda es por algún incumplimiento de contrato actoral, sino porque Baldwin y su amigo vendieron en 2011 sus acciones de la empresa Ocean Therapy Solutions (OTS), dedicada al desarrollo de tecnología para limpiar derrames, alentados –dicen- por Costner, justo cuando ocurrió el derrame de petróleo en el Golfo de México.
El argumento es que, cuando venden su parte en la empresa, Kevin Costner negociaba un contrato millonario con British Petroleum para ser ellos los encargados en limpiar, por medio de centrifugas para separar el aceite del agua, el desastre ecológico que en ese momento tenían y no fueron advertidos del hecho. Como resultado, vendieron en tan sólo a 1.4 millones y 500 mil dólares respectivamente su parte, y no a cifras de por lo menos dos dígitos si hubieran sabido del trato.
Costner argumentó ante la corte que “Desconocía que iban a vender su parte en OTS, me sorprendí pero también me ofendió que se fueran con casi 2 millones cuando no habían invertido nada de dinero en la empresa”. Su declaración estaba acompañada con documentos.
El contrato firmado con British Petroleum y Ocean Therapy Solutions asciende a la jugosa cantidad de 70 millones de dólares. Así que se nota que aquí apenas inicia la historia.