COPENHAGUE. El tribunal de Glostrup (Dinamarca) condenó a 12 años de cárcel a cuatro personas residentes en Suecia por planear un atentado contra la sede en Copenhague del diario Jyllands-Posten, en venganza por haber publicado unas caricaturas de Mahoma años atrás.

 

Se trata de tres suecos de origen tunecino de 31, 32 y 39 años y de un tunecino de 46 años, que fueron arrestados el 29 de diciembre de 2010 en un piso en Herlev, a las afueras de Copenhague, y otro cerca de Estocolmo.

 

Las detenciones fueron posibles gracias a las intervenciones telefónicas realizadas por los servicios secretos suecos, que permitieron desarticular un plan para entrar en la sede de JP Politikens Hus, la editora de los dos principales diarios daneses, en el centro de Copenhague.

 

Una vez allí, el objetivo era “matar al mayor número de personas posible”, aprovechando que se entregaban unos premios a deportistas, un acto al que estaba invitado el príncipe Federico, aunque se cree que el heredero de la corona danesa no era un objetivo.

 

La Policía danesa encontró varias armas y municiones en un coche alquilado y en el piso de Herlev.

 

La Fiscalía había solicitado una pena de entre 14 y 16 años (lo que habría constituido un récord en casos similares en Dinamarca), ya que entendía que no fueron arrestados en la fase inicial, sino cuando estaban muy cerca de poder ejecutar su plan.

 

“El tribunal no encuentra que haya circunstancias atenuantes ni agravantes”, señaló su presidenta, Katrine B.B. Eriksen, para justificar la pena de 12 años, la misma que en otros casos anteriores de terrorismo en Dinamarca.

 

Aunque la sentencia de culpabilidad fue unánime, dos de los jueces no profesionales votaron a favor de que los dos suecos de 31 y 32 años (cuyos nombres responden a las iniciales MA y OA) recibieran una pena de 10 años, debido a que desempeñaron un papel menor en la planificación del atentado.

 

En la sentencia se destacó que el tunecino de 46 años, con iniciales MD, fue el “cerebro” de la operación, que realizó un viaje a Pakistán y mantuvo contacto con un número de teléfono de ese país vinculado a actividades terroristas.

 

Los cuatro individuos, que permanecían en prisión preventiva desde su detención, se habían declarado inocentes del cargo de terrorismo, mientras que el tunecino había asegurado que las armas eran suyas y que pretendía usarlas como protección frente a un grupo de criminales.

 

Todos fueron absueltos de dos cargos de posesión ilegal de armas por “motivos técnicos”, aunque esa circunstancia no influyó a la hora de determinar la duración de la pena, explicó Eriksen.

 

Las policías de Dinamarca y de otros países han frustrado en los últimos años varios intentos de atentado contra Jyllands-Posten y el dibujante Kurt Westergaard, autor de una caricatura de Mahoma con una bomba en su turbante, desde que el periódico publicó las viñetas sobre el profeta en septiembre de 2005.

 

Las caricaturas provocaron meses después fuertes protestas en el mundo islámico, con disturbios en varios países en los que murieron alrededor de 150 personas y un boicot comercial a los productos daneses. EFE