El abanderado presidencial del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto, se reunió en privado con la candidata priista al gobierno del Distrito Federal para dar un viraje a la estrategia electoral y evitar que el partido se desplome al tercer lugar.
Luego de acompañar a Peña Nieto en su reunión con organizaciones ciudadanas, Paredes se dirigió al Intercontinental para discutir con el candidato presidencial priista los números de las encuestas y la poca presencia territorial del PRI en la ciudad.
De acuerdo con cercanos a Paredes, la principal molestia de Peña Nieto es la caída del PRI en las preferencias electorales en la ciudad, pese a que iniciaron la campaña en el segundo lugar, con una ventaja considerable sobre el PAN y su abanderada al GDF, Isabel Miranda de Wallace.
Una de las preocupaciones es que los candidatos a diputados locales y federales no están haciendo campaña.
La razón, según los argumentos de Paredes, es que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre tiene paralizada su estructura, la más numerosa en el priismo capitalino, y ocupa 50% de las candidaturas a la ALDF y un tercio de las 27 federales.
Por ello, en la reunión Peña Nieto pidió echar mano de los ex perredistas y ex panistas que se han sumado a su proyecto para reforzar el trabajo territorial.
El principal operador será el ex perredista René Arce, quien cuenta con el Partido de la Ciudad y tiene presencia en 25 de los 40 distritos locales y en 10 de las 16 delegaciones.
A finales de mayo, Paredes reconoció que el priismo enfrenta una campaña en condiciones difíciles y en días recientes alegó que está en desventaja ante el abanderado de las izquierdas al GDF, Miguel Ángel Mancera, debido a lo corto de las campañas.