Al 1 de junio de este año, el saldo de las reservas internacionales del país fue de 155 mil 060 millones de dólares, con lo que marcaron un nuevo nivel máximo histórico.
El Banco de México (Banxico) informa que este saldo representó un incremento semanal de 777 millones de dólares y un crecimiento acumulado de 12 mil 585 millones de dólares respecto al cierre de 2011, cuando se ubicaron en 142 mil 475 millones de dólares.
En su Estado de Cuenta semanal, explica que la variación en la semana del 28 de mayo al 1 de junio en las reservas internacionales fue resultado de la venta de dólares de Pemex al Banxico por 500 millones de dólares.
Además, abunda, por una reducción de 107 millones de dólares, resultado de la asignación en las subastas diarias de dólares con precio mínimo, conforme a los mecanismos autorizados por la Comisión de Cambios.
También por un incremento de 384 millones de dólares resultado principalmente del cambio en la valuación de los activos internacionales del instituto central, añade.
El instituto central menciona que realizó operaciones de mercado abierto con instituciones bancarias para compensar una expansión neta de la liquidez por 24 mil 457 millones de pesos.
Esta liquidez, precisa, fue resultado de una expansión debido al retiro de recursos de la cuenta de la Tesorería de la Federación y otras operaciones por 30 mil 756 millones de pesos.
Asimismo, por una expansión como resultado de la venta de dólares de Pemex al Banxico por seis mil 995 millones de pesos, y una contracción por 13 mil 294 millones de pesos, debido a una mayor demanda por billetes y monedas por parte del público.
En el periodo del 28 de mayo al 1 de junio de este año, refiere que la base monetaria (billetes y monedas y depósitos bancarios en cuenta corriente en el Banxico) aumentó 13 mil 294 millones de pesos, alcanzando un saldo de 745 mil 065 millones de pesos, que implicó una variación anual de 16.9 por ciento.
Dicha cifra, agrega el banco central, significó una disminución de 18 mil 427 millones de pesos en el transcurso de 2012, lo cual es congruente con el ciclo y la estacionalidad de la demanda por base monetaria, considerando la intensificación de las campañas electorales.