Grupos armados y bien organizados roban analgésicos, antidepresivos, antibióticos y psicotrópicos, principalmente a farmacias, laboratorios y distribuidores. Estas operaciones han causado a ese sector, en el último año, pérdidas por 430 millones de pesos.
Esos productos, incluyendo fármacos especializados contra el cáncer y alergias, aparecen después en el mercado negro por Internet o en puntos específicos en los estados de Jalisco, Michoacán, Baja California y Distrito Federal, a un precio hasta cuatro veces menor, pero sin garantía y mezclados con medicamentos piratas.
Datos de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex) muestran que las 24 mil farmacias que hay en el país sufren saqueos o robos a mano armada por lo menos una vez al año, lo que equivale a 120 millones de pesos en pérdidas.
Sin embargo, son los laboratorios quienes más daños económicos han tenido en estos 12 meses, perdiendo 180 millones de pesos en tan sólo 36 robos a transporte, precisó Antonio Pascual Feria, director de la Anafarmex.
En total, el sector ha perdido 430 millones de pesos de abril del 2011 a abril de este año. Aunque los robos han ocurrido en todo el país, son 20 ciudades en las que se concentra el mayor número de casos, la mitad de ellas se ubican en los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango.
La oleada de robos que experimentan, obliga a los dueños de locales, distribuidores y laboratorios a invertir el 5% de sus ganancias en seguridad, contratando, principalmente, policías o guardias privados.
La forma
El Método es similar en los asaltos: grupos de tres o cuatro personas, con una planeación previa y armadas, la cual generalmente no utilizan aunque sí se han registrado muertes en estas operaciones.
Anafarmex calcula que en estos casos, en promedio cada año, 1.5 empleados del sector pierden la vida. Sin embargo, este 2012 ya se superó la cifra y podría seguir creciendo. En los primeros cinco meses se reportaron tres personas fallecidas : dos en un robo a una farmacia en Nezahualcóyotl y otra más a un chófer de camión de distribución en el Distrito Federal.
Los robos a laboratorios y distribuidores se cometen a los camiones que transportan sus productos. Mientras que los saqueos a las farmacias ocurren durante la noche y por la mañana el dueño puede descubrir que se llevaron fármacos, jeringas y material de curación.
Lo más buscado
De acuerdo con distintas asociaciones farmacéuticas, los productos más robados son los analgésicos, antidepresivos, antibióticos y psicotrópicos, así como medicamentos para enfermedades muy específicos, como el cáncer o alergias.
“Antes se robaban las medicinas más caras o más nuevas, pero ya agarraron parejo y se llevan todo lo que encuentran”, comentó Pascual Feria en otra ocasión.
Los productos llegan al mercado negro, donde se comercializan a precios hasta cuatro veces más económicos. No obstante, se ofrecen aplastados o rotos, a temperaturas inadecuadas, con fechas de caducidad cambiadas, mezclados con fármacos “pirata” o ya caducos.
En Saguayo, Michoacán; el Santuario, Jalisco; Tijuana, Baja California y Tepito, en el Distrito Federal, se ubican los puntos a donde llegan los medicamentos para posteriormente distribuirse en otras partes del país, de acuerdo con investigaciones de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)
Otros tantos se comercializan en portales de internet. Basta “googlear” el nombre del medicamento y buscar su venta para que aparezcan páginas web donde lo ofrecen a bajo precio y con envío a domicilio.
Reconocen al DF
En la última década el robo de productos farmacéuticos se incrementó en un 10% a nivel nacional; pero en el caso de la Ciudad de México, el número de delitos disminuyó 4%.
Por ello, Antonio Pascual Feria destacó la labor desplegada para atender y resolver el problema de robos al sector de la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría capitalina.
Recordó que el 15 de noviembre pasado, el entonces procurador Miguel Ángel Mancera firmó el convenio de colaboración para la creación de la Red de Prevención del Delito con Anafarmex y Cofepris para disminuir el crimen, atender las denuncias de forma inmediata y rastrear el medicamento robado a través de denuncias anónimas.
“El ejemplo de seguridad está en el DF. Tenemos que continuarlo y darle seguimiento para que no crezca la delincuencia, pero sobre todo llevarlo a otros estados de la República para que las farmacias tengan seguridad”, puntualizó el titular de la asociación.
Cierran por extorsiones
Alrededor de dos mil 500 farmacias en todo el país tuvieron que bajar la cortina en los últimos dos años. El motivo, las extorsiones que padecieron por parte del crimen organizado.
El mayor número de amenazas y cierre de establecimientos se registró en los estados de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Sonora, Chihuahua, Zacatecas y Sinaloa.
El cobro por derecho de piso y la venta de protección por parte de grupos criminales, son las formas de extorsión que utilizan para presionar a los locatarios, quienes prefieren cerrar su establecimiento antes de arriesgar su vida, de acuerdo con Anafarmex.
p