En fechas recientes he tenido que deshacerme de algunos “triques”. Entre ellos estaba un periódico enmarcado del 3 de julio de 2000, con el encabezado histórico Fox tira al PRI. Cuando lo mandé a enmarcar, aún bajo la posibilidad de que en 2012 se viviera un escenario de alternancia, no pensé que llegara a deshacerme de él. De manera coincidente, lo tiré a la basura la misma semana en que Vicente Fox tiró a la basura su propia lucha.

 

Fox y sus imprudencias, ora en campaña, ora como presidente, ora como ex presidente, serían elementos jocosos de no ser por que en la evolución de estos años Fox no reconoció sus errores como gobernante y sí, en cambio, terminó dolido porque no se le conociera como el héroe de esta historia. Si ahora Fox invita a apoyar al puntero en las encuestas, como si éstas tuvieran mayor validez que la elección, es porque en su resentimiento quiere jugar de nuevo un papel relevante.

 

En algún momento, como muchos, dudé de la capacidad de Fox. En 2003, sin embargo, sostuve una conversación con él. Me cambió mucho la percepción. Es un hombre muy inteligente, mas no es un visionario y sí un hombre muy vulnerable a su estado de ánimo.

Perdió el rumbo en la medida que “empoderó” a su esposa, tan improvisada como oportunista. Durante la mayor parte de su administración, no obstante, lo percibí también como un hombre honesto, hacia el final de su administración me dejó dudas (durante los últimos meses viví las presiones que había hacia SEMARNAT, desde la Presidencia, para lograr la aprobación de permisos para cultivos de maíz transgénico antes de que terminara la administración foxista). El fondeo del Centro Fox, el Jeep que le “regaló” su esposa y que mantuvo a nombre de un tercero, sin olvidar los negocios y cabildeos de sus hijastros, terminaron por reforzar la decepción.

 

Estuve entre los entusiastas que se presentaron en el Ángel de la Independencia la madrugada del 3 de julio de 2000. Me conmovió el grito de No nos falles. Quedé convencido de que falló.

 

Hoy tengo claro que el 30 de noviembre próximo termina una era. Prácticamente podemos descartar el triunfo de Josefina Vázquez Mota, un milagro podría evitar que quedara en tercer lugar. Fox invita a apoyar a Peña como el último de los sinsabores de estos doce años. Fox tira al PRI, decía el encabezado del periódico que enmarqué como símbolo de mi empatía con la aspiración al cambio, a un sistema político menos corrupto, profesionalizado, que entendiera los problemas del país, que forzara al PRI a modernizarse e implantara una cultura de la legalidad.

 

La modernización del PRI no ocurrió. Es posible que retomen el poder sin haberse modernizado, antes bien encontraron en las administraciones estatales un medio para financiarse, fortalecer cacicazgos y un escalón para regresar a Los Pinos con nuevos bríos. Eso es lo que apoya Fox ahora, sin entender en verdad la trascendencia de invitar a apoyar al puntero como si eso resolviera las divisiones nacionales.

 

De ocurrir el triunfo del PRI, el apoyo de Fox a Peña habrá significado “El PAN no pudo”. Si, por el contrario, el ganador es el candidato de las Izquierdas, será peor para el PAN, pues habrá consolidado la percepción de que PRI y PAN son lo mismo. Creo que Fox, ya sin seguidores, ha hecho todo esto por protagonismo, por sentirse aún el padrino de 12 años de ilusión, pero al final de cuentas en cualquiera de los dos escenarios se equivocó.

 

¿Donde debía tirar mi periódico enmarcado? Por el vidrio no podía estar en la basura orgánica, por el simbolismo tampoco. El tambo gris de la basura inorgánica estaba casi vacío, allí lo puse, saqué el celular y le tomé la foto del recuerdo, que será más fácil de guardar que un cuadro que hoy, quizá, no existe más.

 

@GoberRemes