La selección de Francia no certificó las buenas sensaciones con las que llegaba a la Eurocopa de Polonia y Ucrania al no pasar en su primer partido del empate (1-1) ante una Inglaterra ultradefensiva que llegó a acumular a ocho hombres dentro del área.
En un partido claramente dominado por los hombres de Laurent Blanc, con casi un 70 por ciento de posesión y una veintena de ocasiones de gol, la escuadra inglesa consiguió rascar un punto gracias a un gol de Joleon Lescott en la primera parte, en una falta lateral que igualó a los pocos minutos el centrocampista francés Samir Nasri.
Francia e Inglaterra, dos de las grandes potencias europeas, llegaban al encuentro en condiciones muy distintas: los “bleus” con una carta de presentación de 21 partidos invictos se enfrentaban a un equipo lleno de dudas y lastrado por bajas importantes como la de Rooney por sanción y la de Lampard por lesión.
Con ganas de demostrar que podían mantener su nivel ante un gran rival como Inglaterra, el técnico francés, Laurent Blanc, apostó por su once tipo, confiando su arsenal ofensivo a la dupla formada por Frank Ribéry y Karim Benzema secundada por Samir Nasri.
Como suele ocurrir en el debut en este tipo de competiciones, ambos equipos empezaron el encuentro muy cautelosos, conscientes de que probablemente se estaban jugando el liderato del grupo D, donde parten como favoritos, con el permiso de Suecia.
Ante una Inglaterra estática y con poca claridad de ideas, Francia fue imponiendo poco a poco su dominio, con Nasri encontrando espacios entre líneas para combinar con Ribéry y Benzema pero sin apenas crear peligro a la portería defendida por Joe Hart, a excepción de un chute desviado del primero.
La acción hizo reaccionar al equipo de los Tres Leones, que dispuso de una clara ocasión para adelantarse en el marcador cuando James Milner no acertó a rematar entre los tres palos después de dejar sentado al guardameta Hugo Lloris.
Aun así, el dominio del balón continuó siendo del conjunto francés, que confiaba en el talento de su triplete ofensivo y en las internadas del lateral derecho Mathieu Debuchy para romper la ordenada zaga inglesa.
Sin embargo, justo cuando los “bleus” estrechaban más el cerco sobre la meta de Inglaterra, llegó el gol de los Tres Leones en, como no podía ser de otra manera, una jugada de estrategia.
A la media hora de juego, el capitán Steven Gerrard centró a la perfección una falta lateral desde la banda derecha que el central Joleon Lescott, tras librarse del marcaje de Alou Diarra, remató desde el área chica al fondo de la red.
Pese al varapalo, la selección de Francia no se hundió y siguió buscando con insistencia el premio a su mejor juego, que podría haber llegado cinco minutos después si Diarra hubiera conseguido rematar al fondo de la red una doble ocasión de la que dispuso.
Sin apenas tiempo para lamentarse, una triangulación entre Patrice Evra, Ribéry y Nasri terminó con el esférico dentro la portería inglesa tras un ajustado disparo desde fuera del área del jugador del Manchester City que puso las tablas en el marcador.
Poco cambió el panorama tras el descanso a pesar de cinco minutos iniciales de espejismo durante los que pareció que los hombres de Hodgson intentaban realizar posesiones largas y hacerse con el control del medio campo.
La mayor posesión francesa seguía siendo estéril ante la muralla de ocho ingleses en la frontal del área contra la que chocaban una y otra vez las combinaciones de los delanteros “bleus”, que empezaban a mostrar signos de desesperación ante ese entramado defensivo.
Los ingleses aprovecharon para subir la línea de presión y empezar a acosar con más insistencia la portería de Hugo Lloris, que contemplaba el partido casi como un espectador más.
Los cambios de Hodgson, dando entrada al veterano Jermaine Defoe y al jovencísimo Jordan Henderson a falta de diez minutos, no alteraron el transcurso del partido y fue Francia quien aun tuvo alguna ocasión para llevarse los tres puntos, como con un remate de Yohan Cabaye que desvió Welbeck en el último momento.
La entrada de Ben Arfa y Martin en el cuadro francés tampoco consiguió romper el empate, que deja todo abierto en el grupo D, de donde saldrá el rival de España en cuartos de final.