MOSCÚ. El primer festival de moda musulmana de Rusia intenta romper los estereotipos de la mujer islámica como alguien esclavizado por el rigor de los dogmas coránicos e intocable para las nuevas tendencias.
“Queremos mostrar que la mujer musulmana también puede vestirse bien y ser moderna, culta y guapa, al tiempo que respeta los principios acuñados por El Corán”, aseguró Rushán Abiásov, vicepresidente del Consejo de Muftíes de Rusia.
El festival, que se celebró en el principal centro de exposiciones de Moscú, reunió a más de una decena de diseñadores de Rusia, el Cáucaso Norte, Asia Central, Irán y los países árabes.
Los vestidos, los trajes de noche y las largas túnicas mostrados por bellas modelos rusas que no tienen nada que envidiar a las que desfilan por París o Milán respetan estrictamente los principios acuñados por El Corán.
“La mujer musulmana debe ser modesta y dejar sólo al descubierto el rostro, las manos y los pies. Además, la ropa no debe ser en ningún caso transparente”, dijo.
Eso sí, Abiásov no niega a las mujeres el derecho a vestir pantalones vaqueros y otras vestimentas más ligeras, “aunque siempre dependiendo de la situación y de las circunstancias”.
Con todo, el pase de moda musulmana sorprendió a muchos de los presentes, no tanto por su atrevimiento, sino por su mezcla de clasicismo y modernidad, las tradiciones islámicas y las últimas tendencias.
En muchos casos los talles eran muy ajustados, mientras los tacones eran inusualmente altos, lo que contribuía a resaltar la elegancia de los modelos expuestos.
En especial, llamaron la atención los gorros, que en ocasiones hacían que las modelos parecieran más princesas medievales, y las pañoletas con estampados cada cual más original.
La impresión que se lleva el espectador es que los diseñadores bucearon en la tradición a la hora de mostrar una mujer femenina en su máxima expresión, en gran medida, gracias a la pureza del material utilizado y los colores poco llamativos.
“Queremos mostrar la belleza del Islam. Muchas mujeres quieren vestirse guapas, pero encontrar ropa que respete los códigos y sea bonita no siempre es fácil”, aseguró una portavoz de la organización del certamen.
Los organizadores del festival reconocen que no todos los países musulmanes aplican las mismas reglas y son tan rigurosos con el código de vestimenta de sus mujeres.
Una de las estrellas del pase fueron los vestidos rigoristas diseñados por una casa de modas iraní, mucho más conservadores que el resto de vestidos mostrados en el primer festival de moda musulmana de Moscú.
Al respecto, Abiásov subraya que cada vez hay más tiendas en la capital rusa y en internet que venden ropa para musulmanes, que en Rusia son más de 20 millones de personas, repartidos entre las repúblicas de Tatarstán y Bashkiria, el Cáucaso y Siberia.
El clérigo subrayó que “los musulmanes rusos están acostumbrados a convivir con cristianos y judíos, tradición de tolerancia que es desconocida por otros países donde el Islam es el único credo”, aunque subrayó que “el Corán llama a la cooperación entre todos los pueblos”.