La carrera por la presidencia en Venezuela ha dado inicio de manera oficial los días domingo y lunes con la inscripción a los comicios (a celebrarse en octubre) del presidente Hugo Chávez y el candidato opositor Henrique Capriles, quien ha venido sumando seguidores durante los últimos meses en la búsqueda por dar un giro de 360 grados al modelo autoritario de Estado que desde hace ya casi 14 años vive el país sudamericano.
En entrevista con 24 Horas el Doctor en derecho, catedrático y ex juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Asdrúbal Aguiar Aranguren, compartió sus puntos de vista sobre las posibilidades de triunfo de Capriles; la reciente salida de Venezuela de la CIDH, y el futuro promisorio que augura a nuestra vecina nación latinoamericana dentro de la bullente sociedad de la información.
“Las elecciones del 7 de octubre son un desafío muy grande no sólo para Venezuela sino para América Latina, porque en Venezuela se instaló una dictadura por la vía de la democracia, lo que yo he calificado de demoautocracia” señala Aguiar Aranguren.
Es este sistema autoritario el que el joven candidato opositor, representante de la generación Blackberry, como nombra Aguiar a las nuevas generaciones universitarias venezolanas, que tendrá “el desafío democrático de derrocar una dictadura”.
“Yo tengo la impresión de que va a ganar las elecciones el 7 de octubre, no obstante mi preocupación no está en la victoria de Capriles sino en que tienen que darse las condiciones de que no sólo la oposición democrática gane la elección sino que pueda cobrarla dentro de un cuadro de gobernabilidad”, esto en referencia a la dificultad de entablar diálogo para el candidato opositor al enfrentarse con un candidato de profunda raigambre militar que no cree en la democracia ni en los derechos humanos, enfatizó el jurista Aguiar.
Con un discurso que llama a la unidad y a olvidarse del pasado el candidato Capriles contrasta con la personalidad impositiva del presidente Hugo Chávez que como señala el analista “tiene algo interesante y perverso, es un predicador evangélico a la orden del pueblo venezolano, de fuerza seductora y entonces no pocos venezolanos aun estando conscientes de la tragedia social y económica que vive el país se sienten cautivados por la personalidad de Chávez”.
Ha sido esta actitud seductora la que le ha ganado adeptos, sumada a sus políticas de corte asistencialista, como son las famosas Misiones, las cuales otorgan un salario fijo mínimo cada 15 y fin de mes a los grupos más vulnerables de la población a cambio de su participación en la milicia venezolana.
Sin embargo no ha sido suficiente esta dádiva como menciona Aguiar, ya que el salario que reciben los venezolanos inscritos en las Misiones no es suficiente para sufragar las crecientes demandas del mercado.
Pese a su delicado estado de salud, Chávez quien ha declarado a la prensa sufrir de cáncer, no se ha decidido a dejar el poder que detenta desde diciembre de 1998, “lamentablemente quizás por su propia personalidad quisiera morir con las botas de soldado puestas”, asevera Aguiar.
El conflicto que vive Latinoamérica es que “los caudillos nacen y mueren con ellos mismos no dejan herederos”, ante la falta de un posible sucesor para el presidente por las constantes recaídas en la salud de Chávez se ha generado incertidumbre entre la población en las próximas elecciones.
Por otra parte se ha producido un golpe fuerte en la comunidad internacional al darse a conocer la reciente separación de Venezuela de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la cual forma parte de la OEA (Organización de Estados Americanos). Ante esto el experto en derechos humanos Asdrúbal Aguiar considera que esta salida es un “mecanismo de distracción para la opinión publica hemisférica porque ocurre coincidencialmente cuando el coronel Eladio Aponte Aponte cabeza de la justicia penal confiesa que en Venezuela se ha producido la muerte moral de la república”.
Las polémicas declaraciones de Aponte Aponte en donde da a conocer que durante toda la semana se reunía en la vicepresidencia de la Republica para decidir a quien se perseguía, a quien no se perseguía, a quien se liberaba de la persecución militar o no como señala Aguiar, pone de manifiesto la violación a los derechos humanos en Venezuela.
“Venezuela ha violado todas las normas de la Convención Americana de Derechos Humanos, no hay un derecho humano que no hay sido violado, pero lo grave es cuando la violación se convierte en política de Estado y en Venezuela hay una política deliberada y sistemática de violación de los derechos humanos”, afirmó Aguiar.
A pesar de esta deplorable situación Aguiar no pierde la esperanza “se podrá cerrar la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos pero la prensa y los medios de comunicación que tienen el deber y la obligación de ejercer el control sobre los gobiernos seguirán diciendo que no se respeta la vida”.
Con respecto a la OEA de la cual forma parte la CIDH y ha tenido a principios de junio en Cochabamba, Bolivia su 42 asamblea, se ha vuelto a poner sobre la mesa el papel de Estados Unidos como país que presuntamente manipula a la Organización como lo expuso el presidente de ecuador Rafael Correa al no someterse a las reglas del Pacto de San José.
Ante esta declaración el jurista Aguiar Aranguren aclara y señala que eso es “mentira , porque la Comisión Interamericana de Derechos Humanos es un cuerpo protector bifronte en materia de derechos humanos, actúa como órgano del Pacto de San José para proteger aquellos derechos que están enunciados en el Pacto de San José pero actúa como órgano de la OEA para aquellos Estados que no son parte firmante del Pacto de San José y tiene que cumplir con las reglas de la declaración interamericana de derechos humanos”.
Esto lo asevera al aclarar que “la Comisión Interamericana tiene muchísimos casos y denuncias que se han presentado contra EU y son muchísimas las decisiones y resoluciones que se han dictado contra el país norteamericano a lo largo de la historia de la comisión”
De igual forma asevera que la tragedia de la “Comisión Interamericana es que no tiene dinero. La Comisión recibe dinero de la Unión europea, de Canadá, de los países nórdicos, lo correcto sería que los países de América Latina, incluido EU le den dinero a la Comisión Interamericana y a la Corte para que actúen con autonomía, pero quieren dar financiamientos atados, en donde financien sin ser controlados”.
Finalmente ante este complejo panorama el abogado experto en derechos humanos, Asdrúbal Aguiar avista una América Latina en transición, ”yo tengo la impresión de que estamos frente a un parto histórico extraordinario que no sabemos hacia donde va pero está ocurriendo”
“Hay toda una generación universitaria que se está levantando y hay todo un gran movimiento universal de indignados que desplaza a los Estados a los partidos, apuesto al porvenir porque el porvenir está en manos de las nuevas generaciones universitarias que vienen con nuevas maneras de entender la política”, concluye con espíritu promisorio y progresista el jurista venezolano.