El presidente y consejero delegado de Renault y de Nissan, Carlos Ghosn, afirmó en Nueva York que prevé un estancamiento de la economía europea de hasta cuatro años debido al periodo de incertidumbre en el que viven los consumidores, por lo que esas dos firmas se están preparando “para lo peor”.
“No tengo ninguna duda de que en los próximos tres a cuatro años habrá un estancamiento en Europa, en el mejor de los escenarios. Todos vamos a pasar apuros y nos estamos preparando para una época difícil”, afirmó Ghosn en un encuentro organizado por el diario The Wall Street Journal.
El directivo, pronosticó que, “en el mejor de los casos”, el Viejo Continente crecerá entre el 0 % y el 1 % durante los próximos años, y aseguró que si bien las dos compañías que dirige tienen que “esperar lo mejor”, también deben estar listas “para lo peor”.
A juicio de Ghosn, el sector automovilístico ya está atravesando su peor periodo en Europa, puesto que ha visto una caída de las ventas de entre el 8 % y el 9 % en la región, lo que achacó al periodo de extrema incertidumbre en el que viven los consumidores europeos.
“Cada día la gente se despierta y no sabe si el euro va a seguir o no, si Grecia va a abandonarlo o no, si va a haber más sorpresas…”, manifestó el directivo. Pese al “duro” periodo al que se enfrenta Europa, el presidente y consejero delegado de los dos fabricantes automovilísticos confió en que los líderes de la región llegarán a acuerdos para solucionar sus problemas en los próximos meses y el euro sobrevivirá.
“No creo que Europa se vaya a romper, creo que el euro va a estar ahí”, dijo el directivo, quien no descartó que países como Grecia puedan abandonar la unión monetaria, pero dijo que tan solo lo harían de forma temporal.
Consejero delegado de la japonesa Nissan y de la francesa Renault, Ghosn habló también de los desafíos a los que se enfrentan esas dos empresas en otras áreas del mundo, como el propio Japón, de donde se mostró “impactado” por la fortaleza del yen frente a otras divisas.
Con más optimismo habló el directivo sobre las posibilidades que ofrece el mercado chino, puesto que recordó que todavía la tasa de propiedad de automóviles por habitante es baja y que el Gobierno se ha propuesto poner a rodar en las calles chinas cinco millones de vehículos eléctricos para 2020.
“No estamos creciendo gracias al automóvil eléctrico pero sí que es uno de los motores de crecimiento para el futuro”, dijo Ghosn. Agregó que si los subsidios públicos para la compra de este tipo de vehículos se mantiene durante unos dos a tres años, empresas como Nissan tendrán tiempo para recortar costos y conseguir que la demanda por esos automóviles despegue.