Madrid. El ex primer ministro de Grecia, Yorgos Papandréu consideró que parte de la crisis que está viviendo su país se debe a la arquitectura de la Unión Europea (UE) y es también por lo que España está teniendo ahora problemas.

 

En una entrevista publicada este sábado en el diario El Mundo, anotó que todo el mundo quiere que Grecia salga adelante.

 

“Pero si no tenemos sentido común, si salimos con ideas extravagantes, estoy seguro de que habrá políticos en Alemania, en Finlandia o en los Países Bajos que dirán que hace falta escarmentarnos, y Grecia sería un buen ejemplo para castigar”, dijo.

 

Expuso que la canciller alemana Angela Merkel sabe que se tiene que mover hacia una Europa más unida y moderna, con unidad fiscal, unidad bancaria y eurobonos, “pero el problema es que políticamente sólo se lo podrá vender al pueblo alemán si se echa a Grecia de la UE”.

 

Agregó que así podría explicar que la UE funciona, que los malos son expulsados y los buenos no.

 

“Grecia podría convertirse en el mal ejemplo para crear el buen ejemplo y profundizar las estructuras europeas. Si no hacemos lo que es necesario, nos obligarán a salir del euro”, señaló.

 

Papandréu advirtió que la salida de Grecia del euro sería una catástrofe y “primero deberíamos declarar la bancarrota de nuestra deuda en euros, la gente correría a los bancos a sacar su dinero y haría colapsar el sistema bancario. Se produciría una hiperinflación”.

 

Indicó que como Grecia es un país muy dependiente de las importaciones, habría desabastecimiento de casi todo, los salarios se reducirían en torno a un 50 por ciento y el PIB caería en un 20 por ciento.

 

“Es verdad que el escenario podría ser un poco mejor, pero también mucho peor. Ahora no estamos en una buena situación, es verdad, pero dejar el euro sería mucho peor”, dijo.

 

Resaltó que Grecia tiene que cambiar en muchas cosas pero la pregunta es: “¿debe cambiar dentro del euro o fuera del euro?”.

 

El ex primer ministro griego anotó que “yo decidí que, a pesar del costo político que podía tener para mí, era mejor cambiar dentro del euro, porque hacerlo fuera sería catastrófico para el país, pero también creo que las instituciones de la Eurozona podían habernos puesto las cosas más fáciles”.

 

Insistió en que buena parte del sufrimiento por el que estamos pasando no es sólo culpa de las cosas que Grecia ha hecho mal sino también de la arquitectura de la UE.

 

“No sólo Grecia no ha logrado generar confianza, Europa tampoco. Al revés: perdemos confianza a diario. Y la incertidumbre es mucho más corrosiva que el déficit”, enfatizó.

 

Añadió que la gente no está invirtiendo en Europa por culpa de esa incertidumbre.

 

“Ese drama que nosotros llevamos sufriendo dos años y que Europa también está padeciendo tiene que acabar. Si no, la crisis será cada vez peor. La UE tiene que afrontar ese problema”, concluyó.