Lagos. Al menos 34 personas murieron hoy en Nigeria en atentados suicidas contra tres iglesias en el estado norteño de Kaduna y en los actos de venganza desencadenados tras los ataques, confirmaron fuentes hospitalarias.

 

De esas víctimas, 23 fallecieron en los atentados y 11 perdieron la vida en ataques de jóvenes cristianos que salieron a las calles armados con machetes y garrotes para vengarse, indicaron las fuentes de tres hospitales públicos citadas por el diario “Daily Trust”.

 

Además, más de 150 personas han resultados heridas en las fuertes explosiones ocasionadas por los terroristas suicidas, que detonaron vehículos cargados con explosivos.

 

Las explosiones sacudieron tres iglesias: dos en los barrios de Wusasa y Sabon Gari, en la localidad de Zaria; y una tercera a unos 60 kilómetros de allí, en la ciudad de Kaduna, capital del estado homónimo.

 

Al parecer, dos iglesias más fueron atacadas en el mismo estado, informaron algunos medios, si bien las autoridades no se han pronunciado todavía sobre esos sucesos.

 

Tampoco se han facilitado, hasta ahora, datos de hospitales privados, lo que hace pensar en una cifra de víctimas más elevada, precisó el “Daily Trust”.

 

El Gobierno de Kaduna ha impuesto un toque de queda de 24 horas en todo el estado, cuyo gobernador, Patrick Yakowa, tiene previsto dirigirse a los ciudadanos en una declaración que se emitirá en las próximas horas, informó la agencia oficial nigeriana NAN.

 

Aunque se desconoce la autoría de los atentados, la secta islamista Boko Haram ha cometido en los últimos meses numerosos atentados contra templos cristianos en Nigeria.

 

Boko Haram se atribuyó los atentados cometidos hace una semana contra dos iglesias, una en Jos (centro) y otra en Bui (norte), que causaron al menos cinco muertos.

 

La secta radical, cuyo nombre significa “la educación no islámica es pecado”, lucha por imponer la ley islámica en Nigeria, de mayoría musulmana en el norte y cristiana en el sur.

 

Desde el inicio de su campaña violenta en 2009, cuando el fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf, murió bajo custodia policial, la secta ha matado a unas 1.200 personas, la mayoría en ataques en el norte de Nigeria, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas nigerianas, Oluseyi Petinrin.

 

Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.