LOS CABOS. Los líderes del G20 ya se encuentran en Los Cabos con la intención de relanzar el crecimiento económico, pero con la vista puesta a más de 15 mil kilómetros, en Grecia, donde ayer el euro se jugó su futuro a corto plazo.

 

De hecho, la cumbre del G20 amenaza con convertirse, por segunda vez consecutiva, en un gabinete de crisis por Grecia si el partido ganador, el conservador Nueva Democracia, no logra formar un nuevo gobierno (ver información en la página 18).

 

Ya en la anterior cumbre de noviembre de 2011, en Cannes (Francia), los líderes del grupo no dudaron en convocar de urgencia al entonces primer ministro griego Yorgos Papandréu para convencerle de que desistiera de convocar un referéndum sobre la permanencia del país en la eurozona.

 

Siete meses después, la situación que vive la UE no ha hecho sino empeorar debido a la inestabilidad política de Grecia, las dudas sobre la solvencia de la banca española, y la aparición de divergencias entre Francia y Alemania, que hasta hace poco se mostraban como un bloque unido.

 

Las fisuras se han hecho evidentes tras las declaraciones del presidente francés, el socialista François Hollande, en favor de las medidas de estímulo económico, lo que no ha tardado en provocar las críticas de la canciller alemana, Angela Merkel, firme defensora de la austeridad fiscal.

 

Aunque las elecciones griegas y la crisis del euro eclipsen los temas propios de la agenda de la cumbre, lo cierto es que esta coincidencia servirá para revitalizar el G20 como el principal foro de discusión económica mundial.

 

En abril se acordó dotar al FMI con 430 mil millones de dólares, aunque algunas potencias emergentes, como Brasil, China o el propio México, aún no han dicho cuánto van a aportar.

 

Sin embargo, el arranque de la cumbre girará en torno a Grecia y sus elecciones. Cabe la posibilidad de que los líderes del G7 convoquen un encuentro paralelo en Los Cabos si se producen turbulencias tras los comicios.

 

La canciller alemana fue la última gobernante en arribar a Los Cabos porque quiso permanecer en Alemania hasta que se conocieran los resultados de los comicios griegos.

 

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ya dejó claro el pasado viernes que la autoridad monetaria está lista para inyectar la liquidez que necesite el mercado en caso de que se extienda el pánico.

Por otra parte, la Cumbre del G20 brindará a las mayores economías emergentes la posibilidad de hacerse oír e influir en la crisis europea, que ha sembrado de tensiones la economía global, dijeron varios expertos.

 

“El que México y algunos en el G20 empujen a una visión de largo plazo, creo que es algo de celebrar”, dijo el director adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en México, Juan Carlos Moreno Brid.

 

El economista explicó que es claro que los principales países emergentes, Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica, los BRICS, así como el anfitrión, México, “no es que lleguen con una agenda única” a la cita del G20 en Los Cabos, pero pueden compartir el interés por que “se discuta una agenda de desarrollo de largo plazo”.

 

“El problema que estamos viendo hoy es que lo importante y lo urgente tienden a mezclarse de manera tal que lo importante de largo plazo es subsumido en las crisis de corto plazo”, asociada con los problemas de deuda y económicos en la Eurozona, explicó. EFE