El Cairo. Los islamistas Hermanos Musulmanes tomaron la plaza cairota de Tahrir contra el aumento del poder de la Junta Militar mediante nuevas prerrogativas, mientras los dos candidatos presidenciales insistieron en atribuirse la victoria de los pasados comicios.
En rueda de prensa, Ahmed Sarhan, portavoz del ex primer ministro Ahmed Shafiq, destacó que el militar retirado se impuso en las elecciones presidenciales con un 51.5% de los votos, lo que representa una ventaja de medio millón de sufragios con respecto a Mohamed Mursi, el candidato de los Hermanos Musulmanes.
Además, el representante de Shafiq, último jefe de Gobierno del régimen de Hosni Mubarak, acusó a su rival de tergiversar los datos y atribuirse la victoria antes de que la Comisión Electoral difunda en los próximos días los resultados oficiales de los comicios, celebrados los pasados sábado y domingo.
Para Sarhan, los Hermanos Musulmanes han provocado con sus resultados “un tsunami en los medios de comunicación”, tras autoproclamarse vencedores la misma noche en que se inició el escrutinio.
La campaña de Shafiq agregó que su candidato consiguió 13 millones de votos y que esperará al próximo jueves, cuando se espera que se conozcan los resultados oficiales, para celebrarlos en público.
Mientras, los ánimos siguen igual de entusiastas en la campaña de Mursi, que insistió en que este es el ganador de los comicios, con un 52% de los votos, según los datos definitivos que supuestamente les ha proporcionado la Comisión Electoral.
Los equipos de ambos candidatos aseguraron que han presentado distintas alegaciones por posibles irregularidades, por lo que están esperando a que el órgano electoral se pronuncie al respecto.
En medio de esa polémica, varios grupos, entre ellos los Hermanos Musulmanes, protagonizaron hoy una protesta multitudinaria en la plaza cairota de Tahrir contra la reciente disolución del Parlamento y las ultimas enmiendas constitucionales emitidas por la Junta Militar.
Uno de los manifestantes, el profesor Ahmed Al Sayid, aseguró que acudió a protestar contra las citadas enmiendas, que a su juicio “arrebataron” la autoridad al futuro presidente.
En referencia a la disolución de la cámara baja del Parlamento, formalizada por la Junta Militar la semana pasada tras un fallo del Tribunal Constitucional, Al Sayid se preguntó cómo la cúpula militar que dirige el país de manera provisional puede “invalidar una instancia elegida por el pueblo”.
Miles de manifestantes repitieron consignas contra la autoridad castrense y a favor del traspaso inmediato del poder al próximo presidente elegido, al tiempo que abundaban los retratos de Mursi.
Los Hermanos Musulmanes se oponen a la decisión de la Junta Militar de blindar sus prerrogativas de manera unilateral a través de una serie de enmiendas a la Declaración Constitucional provisional y vigente desde marzo de 2011.
Con esas modificaciones, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) conserva la autonomía en lo referente a los asuntos militares y retoma el poder legislativo tras la disolución del Parlamento hasta la elección de uno nuevo.
Esta actitud ha levantado una fuerte polémica en Egipto, inmerso en un proceso democrático desde la caída del presidente Hosni Mubarak en febrero de 2011.
El expresidente de EU Jimmy Carter, cuyo centro ha supervisado las elecciones presidenciales, expresó su preocupación por las últimas decisiones de la Junta Militar, que en su opinión reflejan el “giro antidemocrático que ha tomado la transición de Egipto”.