El debate entre tres de los cuatro candidatos presidenciales, organizado por los estudiantes del movimiento #YoSoy132, fue intermitente, accidentado, lleno de trabas. La meta planteada por los jóvenes para romper un récord de audiencia a través de internet se convirtió en una pesadilla con la caída de la transmisión debido a la sobresaturación del servidor.
Los primeros 25 minutos del debate resultaron una incógnita. Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri respondían a las preguntas que los universitarios hacían a los candidatos a través de diversos rincones del ciberespacio mientras la Comisión Nacional de Derechos Humanos del Distrito Federal, sede del debate, se convertía en un manicomio.
Los reporteros corrían histéricos de un lado a otro, buscando una señal estable. El caos se propagaba con rapidez. Las caras aterradas de los estudiantes hablaban por sí mismas. Minutos antes, algunas televisoras solicitaron conectarse a la señal del debate, petición que fue denegada por los integrantes de #YoSoy132.
“Les pedimos que confíen en nosotros, nacimos en internet. Les garantizamos que pueden confiar en esto”, señalaba Ana Rolón, estudiante de la Universidad Iberoamericana, tras aclarar que la única señal disponible sería la de Youtube.
Finalmente se logró estabilizar la señal a través de algunas estaciones de radio. Los candidatos eran continuamente interrumpidos durante la primera fase del debate ante el poco tiempo que tenían para responder preguntas aleatorias de temas variados que iban de seguridad, medio ambiente o el respeto a los pueblos indígenas, seguidas de una breve réplica de los universitarios.
Los jóvenes fueron críticos con los aspirantes. Uno dijo a López Obrador que no había explicado cómo evitaría que el crimen infiltre las instituciones de seguridad; otra, reprochó a Vázquez Mota que elogiara la estabilidad económica cuando en el país hay 52 millones de pobres. A Quadri lo acompañó el reproche de toda la campaña: su relación con Elba Esther Gordillo.
Otro problema fue el tiempo, especialmente, para el tabasqueño, cuyas respuestas la réplica se quedaron cortas porque en media docena de veces se agotaron sus espacios sin que concretara su contestación.
En la segunda fase se discutieron dos temas centrales en la agenda del movimiento, la democratización de los medios y el combate a los monopolios.
Luego de que López Obrador denunció un cerco informativo en su contra por parte de los grandes consorcios mediáticos, Josefina tomó la ofensiva para pedirle al tabasqueño definir su postura en torno al tema de las telecomunicaciones.
El candidato de las izquierdas reiteró la necesidad de “terminar con los monopolios por parejo y que exista la competencia”.
“Si Carlos Slim quiere participar en lo relacionado con la televisión que lo pueda hacer y si Azcárraga, Salinas Pliego o cualquier ciudadano quiere participar en la telefonía también lo pueda hacer”, agregó el tabasqueño para luego desmarcarse de Slim. La candidata del PAN aprovechó el momento para contratacar.
“Me da gusto escuchar de manera clara la opinión del candidato del PRD porque a muchos nos cuesta un enorme trabajo comprender. Primero habla que va a haber fraude antes de la elección y después expresa su respeto por las instituciones; cuestiona al PRI y fue presidente del PRI en Tabasco; denunció el fraude electoral del 88 y ahora tiene a Bartlett como candidato al Senado. También están los testimonios en que acusaba a Alfonso Romo por haberse favorecido del Fobaproa y hoy es su principal financiador”, reprochó la blanquiazul.
Aunque López Obrador no quiso engancharse, respondió simplemente que “gobernará para todos, no como sucede en la actualidad, que sólo se gobierna para el 2% de los mexicanos, para los de arriba, el grupo que aplica prácticas monopólicas en la televisión, en la telefonía, el cemento, los alimentos o el manejo bancario, monopolios protegidos desde arriba”, aseguró en alusión al gobierno de Felipe Calderón.
Luego vino la confrontación sobre el sector energético, donde Quadri y Josefina defendieron la apertura de Pemex y la CFE al sector privado ante la alta ineficiencia de las paraestatales. Una postura similar que el tabasqueño aprovechó para resaltar que sólo existirán dos proyectos económicos disponibles para los mexicanos en la próxima elección.
Para la tercera y última parte, los candidatos respondieron a las preguntas que la ciudadanía les hizo llegar a través de Internet. López Obrador se pronunció a favor de una reforma fiscal progresiva tras asegurar que “sí le salen las cuentas”.
Los tres candidatos celebraron la iniciativa de los jóvenes para impulsar la democracia en el país. Sólo faltaría el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, cuya silla permaneció vacía a lo largo de todo el debate.
Dichos de los candidatos a la presidencia de la República
(En carta al Movimiento #YoSoy132): “El movimiento ha asumido formalmente una posición política en contra de mi proyecto y de mi persona. Respeto plenamente su opinión (…) Considero que esta postura no garantiza el espacio de neutralidad que se requiere para convocar a un debate en condiciones de equidad”.
Enrique Peña Nieto
“Le pregunto a los trabajadores de Pemex que sienten cuando la hija del líder petrolero pasea a sus mascotas por todo el mundo.”
Josefina Vázquez Mota
Voy a gobernar escuchando a la gente y voy a tomar decisiones a partir de lo que los ciudadanos decidan
Andrés Manuel López Obrador
“La corrupción es un síndrome institucional, no solo se combate con la voluntad personal.”
Gabriel Quadri de la Torre
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Al carga, otra vez
La candidata del PAN utilizó los mismos obuses empleados en el segundo debate organizado por del IFE contra Andrés Manuel López Obrador. En la segunda fase, la candidata dijo al tabasqueño que “difícil” entenderlo y que critica al PRI pero que formó parte de él.
Josefina Vázquez Mota aseguró que es necesario un rediseño institucional en el país, defendió el gobierno de Felipe Calderón en materia económica al asegurar que México tiene estabilidad y aseguró que se debe impulsar el mercado interno y eliminar “privilegios” y “prebendas” en materia fiscal, además de proponer la revisión de subsidios en materia de energía.
También criticó la oposición de López Obrador a reformas estructurales y aseguró que ella no pretende privatizar Pemex, sino hacerlo una industria moderna. “Aquí nos están mintiendo, estamos hablando de modernizar, no de privatizar… y de quitar los cacicazgos que tanto lastiman a costa de las cuotas de los trabajadores”.
Discurso idéntico
Andrés Manuel López Obrador aprovechó el debate para lanzarse una vez más en contra de las empresas de televisión, en especial Televisa, quiere imponer al aspirante del PRI, Enrique Peña Nieto en la presidencia de la República.
El tabasqueño aseguró que sólo se gobierna para el 1% de los mexicanos y se gobierna “para los de arriba” y que son éstos los que realizan las prácticas monopólicas.
Ante el cuestionamiento de una estudiante, López Obrador aseguró que estaría dispuesto a abrir los medios de comunicación a la ciudadanía y garantizar la autonomía a la sociedad civil en el tema referente a la comunicación. Propuso llevar internet a todo el país aprovechando la red de la Comisión Federal de Electricidad.
Una sombra lo persigue
El aspirante del partido Nueva Alianza, fundado por la líder magisterial Elba Esther Gordillo, volvió a autonombrarse como el “único candidato liberal” y aseguró que no criminalizará a las mujeres que recurran al aborto. Reiteró lo que ha dicho en todos los foros,: que no es “títere” de nadie, con referencia a Elba Esther Gordillo y que está a favor de la reforma educativa de la mano de los maestros.
El ambientalista aseguró que los sindicatos deben ser “una institución para el cambio” y propuso que el próximo gobierno deberá sentarse con la dirigencia sindical para consensar la reforma educativa.
Igual que en el segundo debate, cuestionó al candidato de la izquierda por “no tener ideas claras” y aseguró que no todo se puede resolver a través de una consulta ciudadana.
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