El gobierno del estado de Guerrero se sumó ayer a la postura adoptada en días pasados por su similar de Oaxaca de rechazar la Evaluación Universal, esto, luego del acuerdo con maestros disidentes que se oponían a las pruebas.
Alumnos de 170 escuelas de primaria y preescolar, de las casi 10 mil 500 de educación básica que hay en la entidad, regresan hoy a clases después del paro de 24 días que mantuvieron profesores disidentes pertenecientes a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).
Los profesores que dan clases en 170 escuelas en la entidad levantaron el plantón que tenían afuera de la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) después de haber llegado a un acuerdo con el gobierno del estado.
El representante de los cuatro mil maestros paristas, Gonzalo Juárez Ocampo, tuvo el lunes una mesa de negociación con el gobernador Ángel Aguirre Rivero y ayer firmaron una “minuta de acuerdo” para terminar con el plantón y la suspensión de clases.
Entre las peticiones que la Coordinadora había expuesto desde el pasado 28 de mayo, cuando inició el paro de labores, estaba la cancelación del Acuerdo por la Calidad de la Educación (ACE), el cual establece la realización de exámenes estandarizados a alumnos y maestros -la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) y la evaluación universal- para medir el nivel educativo del país.
Con la firma de esta minuta el gobernador de Guerrero suspende la aplicación de la evaluación universal y la prueba enlace hasta que no se conozcan los resultados del segundo Congreso de educación, Cultura y Deporte en octubre, como lo hizo en días pasados el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo.
El gobierno del estado se comprometió a que no habrá ningún tipo de sanción, ya sea económica, administrativa o jurídica a los maestros que participaron en el paro, pero instó a fijar mecanismos para recuperar las horas perdidas de clase.