Buenos Aires. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, abandonó hoy la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sustentable (Cumbre Río+20) y regresó de urgencia a Buenos Aires por un conflicto sindical.
La mandataria, quien la semana pasada inició una gira en Estados Unidos y que continuó en México para participar en la Cumbre del G-20, tenía previsto volver a la capital argentina el próximo sábado.
Sin embargo, la jefa de Estado decidió este miércoles anticipar su retorno debido al paro nacional que el gremio de camioneros inició anoche, y que está a punto de provocar el desabastecimiento de combustibles en este país sudamericano.
Por la tarde, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, advirtió que Fernández dejaría la Cumbre de Río+20 “porque su prioridad es defender los intereses de los 40 millones de argentinos”.
Agregó que, “debido a la gravedad del paro, vamos a iniciar acciones penales para frenar esta medida de fuerza totalmente injustificada”.
El paro es impulsado por Hugo Moyano, el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), quien el año pasado rompió con el gobierno luego de ser un firme aliado.
La organización sindical, que agrupa a 3.5 millones de trabajadores, demanda una incremento salarial del 30 por ciento.
Aunque el Ministerio del Trabajo dictó una conciliación obligatoria y conminó a los camioneros a volver a sus puestos de trabajo, estos no cumplieron, lo que agudizó la tensión.
Randazzo advirtió que Moyano “está demostrando un enorme desprecio por los argentinos con este paro injustificado y salvaje”, ya que exige alzas salariales justo cuando están en marcha las negociaciones anuales.
Al denunciar que comenzaba a faltar gas en algunos hospitales y localidades del país, explicó que el gobierno aplicará la Ley de Abastecimiento, por lo que ya se envió a gendarmes a manejar los camiones.
Moyano, por su parte, insistió en mantener la huelga y acusó a los efectivos del cuerpo de Gendarmería de “amedrentar” a los trabajadores.
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