Millones de tuiteros de todo el planeta comenzaron a trinar de disgusto ayer al mediodía, tiempo de la Ciudad de México, cuando el servicio se interrumpió durante más de una hora.

 

Al cierre de esta edición se contabilizaba hora y media sin Twitter y problemas durante toda la jornada intermitentemente, que afectaron la página web de la empresa con sede en San Francisco y otras aplicaciones de acceso a su plataforma.

 

Primero, en su blog, un mensaje escueto, como esos que lanzan cuando la situación está controlada y explican que millones de usuarios saturan su red.

 

Pero el problema fue creciendo a medida que se confirmaba que el problema no era exclusivo de alguna ciudad o empresa de telefonía. En marzo pasado la empresa cumplió seis años y según el más reciente reporte, más de 140 millones de personas la utilizan activamente, lanzando más de 340 millones de mensajes de 140 caracteres al día, es decir, más de mil millones cada tres días.

 

Tampoco pasó desapercibido el mensaje que un grupo de hackers, llamado UGNazi, lanzó en internet. Decían que ellos habían lanzado un ataque DDoS (saturación del servicio por medio de máquinas zombie coordinadas para actuar al mismo tiempo y volver loco el sistema que se quiere afectar para inutilizarlo).

 

Twitter tuvo que salir a dar un mensaje más amplio y no aceptó estar bajo control de piratas cibernéticos:

 

La interrupción en el servicio, según explicó en un comunicado el vicepresidente de Ingeniería de Twitter, Mazen Rawashdeh, fue debido a un error de software de un componente de sus infraestructuras que afectó “en cascada” a otros elementos de la red social.

 

“Una de las características de ese tipo de fallo es que puede tener un impacto significativo en todos los usuarios en todo el mundo, que ha sido el caso de hoy. Tan pronto como lo descubrimos tomamos acciones correctivas que incluyeron poner en marcha una versión previa estable de Twitter”, dijo Rawashdeh.

 

La de ayer fue la caída del sistema más larga en la historia de esta firma que salió de la mente de Jack Dorsey, desde el episodio del 7 de octubre, cuando dejó de funcionar alrededor de una hora.

 

Los “apagones” de Twitter no son infrecuentes y la empresa suele sufrir caídas en su servicio en algún momento del año, aunque en los últimos seis meses su web había registrado las “puntuaciones más altas” en “fiabilidad y estabilidad” de su historia, apuntó Rawashdeh.

 

“Esto significa que como media durante un periodo de 24 horas Twitter.com ha estado estable y disponible para todo el mundo por cerca de 23 horas, 59 minutos y 40 segundos. No hoy, sin embargo”, afirmó Rawashdeh.

 

Minimizó la situación, pero el problema fue grave, tomando en cuenta que ni siquiera sacaron la imagen de la ballena (“Fail Whale”) que caracteriza estos momentos de angustia en millones de adictos a esta herramienta que la empresa comienza a comercializar en todo el mundo.

 

A pesar de estos problemas, espera conseguir mil millones de dólares en ingresos por publicidad en 2014.