Al observar un rostro 70% de la atención se concentra en la boca, sobre todo si sonríe. Una dentadura grande y blanca, dicen, no sólo mejora la autoestima de una persona, también sus relaciones personales y hasta sus oportunidades laborales, pero el precio es alto; el costo de implantar un diente, por ejemplo, ronda los 20 mil pesos.
Sergio Hernández Delgado, maestro en Ciencias de la Odontología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), calcula que 70% de los tratamientos que se realiza en consultorios y clínicas está enfocado a restaurar piezas mediante la colocación de amalgamas o resinas cuando existen caries o fisuras; el resto tiene fines estéticos.
En los últimos cinco años la demanda en este último rubro de servicios crece entre 15 y 20% anual; de manera paralela han proliferado las clínicas que ofrecen servicios cada vez más sofisticados que, casi siempre, son proporcionados por periodoncistas, cirujanos maxilofaciales y especialistas en odontología estética y de restauración.
En entrevista, el especialista explicó que las opciones más comunes para lograr una sonrisa perfecta incluyen el blanqueamiento, las profilaxis o limpiezas, la colocación de carillas -delgadas láminas de porcelana y otros materiales que se sobreponen sobre el dientes para mejorar su apariencia-, implantes y frenos o braquets para reposicionar las piezas.
Las carillas se ofrecen como una alternativa cuando las piezas están manchadas o desgastadas, sin esmalte, separadas, o simplemente cuando se desean dientes más largos.
Sin embargo, la colocación de una sola de estas láminas cuesta al menos dos mil pesos. Si de blanquear los dientes se trata, las opciones van desde productos en gel o líquidos que se venden sin restricción en tiendas de autoservicio hasta tratamientos con láser que prometen, en una sola sesión aclarar el tono de los dientes. En este caso el costo ronda los dos mil pesos.
Una de las opciones más costosas es el implante, debido a que las piezas son importadas y se cotizan en dólares. Su costo promedio es de 20 mil pesos, aunque el precio puede incrementarse cuando se requiere además colocar hueso en la encía para soportar el diente.
El investigador explicó que existe una nueva alternativa llamada “snap on smile”, que consiste en colocar una placa removible sobre varias piezas, principalmente las frontales, para mejorar su apariencia. Aunque esta técnica evita el desgaste del diente, necesario para sobreponer una carilla, tiene el inconveniente de impedir la masticación.
Explicó que algunas instituciones financieras ofrecen seguros de gastos médicos que incluyen pólizas que en general cubre entre 25 y 30% del costo de los tratamientos dentales, la mayoría de restauración.
Hernández Delgado subrayó que México es ya un destino para el turismo médico o dental debido a que el costo de los tratamientos es hasta cinco veces menor en comparación con el valor que alcanzan en Estados Unidos o países de Europa.