Escándalo, traiciones, doble juego. El cine ha analizado, desmenuzado y hasta se ha burlado de los procesos electorales, mostrándolos, en general, como eventos que provocan lo peor de las personas; todo en aras del poder. A continuación, cinco películas fundamentales sobre elecciones y sus consecuencias.
Election (La Elección, 1999) Dir: Alexander Payne
Probablemente una de las mejores cintas sobre elecciones. Tomando el en apariencia inocente escenario escolar, Payne es despiadado en su crítica hacia los actores de una elección: desde los candidatos hasta los electores, pasando por los organizadores. Payne demuestra -utilizando el humor como arma- que la única diferencia entre estos adolescentes y una elección de “adultos” no es más que la edad, por que el comportamiento en la antesala del poder es el mismo: mezquindad, deslealtad, traición.
The Candidate (El candidato, 1972) Dir: Michael Ritchie
Robert Redford interpreta a Bill McKay, un abogado que por su trabajo, carisma e integridad, es invitado por el Partido Demócrata para contender por el senado. El dilema filosófico del pobre McKay no tarda en surgir: ¿Qué pasa si para ganar debes de comprometer los principios que te hicieron llegar hasta la nominación? Así, poco a poco el candidato comenzará a caer en una espiral de compromisos y corrupción hasta llegar a la pregunta terrible y casi existencial de quien se sabe atrapado: “y ahora, ¿qué hacemos?”
Primary Colors (El Escándalo, 1998) Dir. Mike Nichols
Basada en la figura del ex presidente norteamericano Bill Clinton y su muy accidentado periodo como gobernante. Mike Nichols (Closer, El graduado) adapta la novela Joe Klein (originalmente conocido como Anonymous) donde muestra la campaña de un gobernador sureño (John Travolta, en realidad interpretando a Clinton) y los problemas que le causa su proclividad hacia las mujeres… a pesar de estar casado con una. Al final la duda sigue: ¿el ser mujeriego hacía de Bill Clinton un mal presidente?
Mr. Smith goes to Washington (Caballero sin Espada, 1939) Dir Frank Capra
Para que no nos tachen de pesimistas, aquí una cinta donde se ensalza el poder del individuo recto y con principios que triunfa por encima de todo un aparato corrupto. El habla y la pasión como el más poderoso recurso de un hombre, ingenuo tal vez, pero siempre idealista, determinado y recto. De esas personajes que sólo pueden salir avante en el cine de Frank Capra.
Citizen Kane (Ciudadano Kane, 1941) Dir Orson Welles
Aunque la cinta no tiene como tema principal las elecciones, es indudable el cúmulo de imágenes icónicas que Kane ha dado al imaginario colectivo acerca del poder y las campañas: el magnate de los medios vuelto candidato, la gigantesca imagen de él mismo como fondo mientras se dirige con vehemencia a las masas, los medios controlados y listos para el resultado (vítores en caso de triunfo, gritos de fraude en caso de derrota). Welles supo leer demasiado bien los modos del poder, tanto que hoy en día las mismas actitudes, gestos y entonación son reconocibles en cientos de políticos. Y todo… todo por Rosebud.