Hace unos días tomé foto de un puente vehicular en la México – Toluca, que había sido tapizado por completo, aún sobre elementos estructurales difíciles de alcanzar. Subí la foto a Instagram, una red social orientada a la edición rápida de fotografías, y una seguidora de Kazakstán me escribió “Qué interesante ¿Están las fotos de alguien en el puente?” Ignoro cómo sean las elecciones allá, pero lo que ella me dejó claro es que en otras latitudes es imposible imaginar esta forma de comunicación política improvisada y horrenda que hemos desarrollado.

 

Durante la campaña y el mismo día de la elección, los portales gubernamentales federales generaban un recuadro de advertencia “En términos de lo dispuesto por el artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, durante el tiempo que comprendan las campañas electorales y hasta la conclusión de la jornada comicial, debe suspenderse la difusión en los medios de comunicación social de toda propaganda gubernamental. Por ello, del 30 de marzo al 1 de julio de 2012, inclusive, se suspenderá el acceso a las secciones de este portal de Internet que contienen difusión de programas, acciones, obras o logros de gobierno.” Algo similar ocurrió con los portales de los candidatos a la Presidencia y sus partidos.

 

¿Por qué los portales gubernamentales suspenden la difusión de sus logros siendo que éstos son una fuente de información? ¿Por qué durante el periodo de “reflexión”, una vez que acaban las campañas, la única fuente de información que nos dejan los candidatos son sus plásticos espantosos y no sus páginas de internet en las que tendría que haber información más detallada?

 

Hay información que me busca e información que yo busco. Estoy completamente de acuerdo en que haya tres días de “veda” en la que no se difunda información que me busque, pero no tendrían por qué quitarme la información que yo busco si es un elemento de juicio.

 

El 28 de junio, camine a las 11 de la noche por el bajopuente de Pensilvania y Río Becerra. Allí había pintas en ambos lados, del lado oriente, estaba la propaganda de Josefina Vázquez Mota; del lado poniente, la de su compañera candidata al Senado, Rosy Orozco. A las 9 de la mañana del día 29 volví a caminar por allí, la propaganda de Rosy Orozco estaba tapada con pintura blanca y gris, la de Vázquez Mota seguía allí … sus equipo de campaña borró la propaganda de Orozco para destacar a Josefina. ¿En cuántos lugares habrán hecho esto? ¿Fue esto una violación a la ley u otro ardid para ganar algunos votos más?

 

Yo sí espero que algún día cambiemos la forma de hacer campaña y por ello propongo:

 

1. Acotar las campañas y precampañas no por tiempo, sino por lugares de difusión.

 

2. El Instituto Federal Electoral y los institutos electorales deberían elaborar publicaciones por cada elección (distrital, estatal, municipal, delegacional o nacional) para que a todos los electores llegara información oficial de todos los candidatos, cada sección diseñada por ellos mismos, sorteada su ubicación, de tal forma que todos tengamos elementos de comparación.

 

3. Sancionar severamente el uso de mobiliario urbano y alentar a la población a que participe en el retiro de propaganda ubicada indebidamente.

 

4. Que la veda electoral sea de una semana y que durante esa semana se retire toda la propaganda en la vía pública.

 

5. Que los portales gubernamentales sigan activos completos todos los días de campaña y veda para que los ciudadanos podamos estudiarlos.

 

6. Que los portales de los candidatos y los partidos sigan activos, pero que no puedan actualizarse durante la veda.

 

¿O acaso estamos satisfechos con nuestra forma de hacer campaña?

 

@GoberRemes