1. Enrique Peña Nieto será presidente de México a partir del 1 de diciembre gracias a una poderosa maquinaria electoral construida pacientemente sobre alianzas estratégicas y a pesar de un PRI con gran descrédito entre la ciudadanía y hacia el exterior.
2. El regreso del PRI al gobierno -de la mano de Peña Nieto- se da con menor margen electoral que el planeado originalmente en Atlacomulco, lo que reducirá su capacidad efectiva de ejecución en el nuevo Congreso.
3. La conformación del nuevo Congreso seguirá pareciéndose al de 1997, por lo que las alianzas políticas serán indispensables para sacar adelante las reformas legislativas de fondo planteadas por Peña Nieto y que requieren mayorías o cambios constitucionales. El PRI tendrá que buscar al PAN para “transitar” el Congreso pero una fractura panista podría ser un obstáculo.
4. El cerrado resultado electoral le da más poder a Manlio Fabio Beltrones, su contrincante interno, quien será el coordinador de la fracción priista en la nueva Cámara de Diputados.
5. Las alianzas estratégicas celebradas por Peña Nieto con líderes sindicales, grupos económicos y organizaciones políticas, serán la primera barrera que enfrentará de cara a las reformas hacendaria, energética, laboral y de seguridad social que ha planteado. La profundidad de éstas es directamente proporcional a su capacidad y margen de maniobra política.
6. No hay nada concreto que haga pensar que la proclividad histórica del PRI al ejercicio de un gobierno autoritario, opaco y corrupto ha disminuido. Peña Nieto iniciará su gobierno con estos negativos.
7. La participación de las organizaciones ciudadanas ha irrumpido con una fuerza hasta ahora desconocida en los balances del poder político en México. Las acciones del gobierno que encabezará Enrique Peña Nieto serán las más vigiladas y demandadas en la historia del país.
8. La primera acción significativa de política económica de Enrique Peña Nieto será la reforma hacendaria. Es su reforma básica y deberá ejecutarla con prontitud en un lapso no mayor al primer trimestre de 2013. Esta reforma le permitirá obtener recursos para impulsar las otras reformas y la inversión pública, destrabar los pasivos laborales en Pemex y redefinir su relación con los gobiernos estatales.
9. A tono con lo anterior, es muy probable que Enrique Peña Nieto mantenga a José Antonio Meade como secretario de Hacienda en una primera etapa, mientras que Luis Videgaray opera desde Los Pinos la estrategia general de reformas, sustento del éxito en una primera etapa. Con ello se ganará tiempo valioso, no sólo porque en Hacienda no habría transición de gobierno, sino porque el proyecto de ingreso-gasto 2013 podría elaborarse desde ya en Hacienda y negociarse con la nueva legislatura que se instalará el 1 de septiembre, incluyendo las bases de la reforma hacendaria.
10. Un personaje, tras bambalinas, clave en la reforma hacendaria y en las reformas económicas críticas para Peña Nieto y Videgaray, será Pedro Aspe.
11. La herencia de estabilidad macroeconómica interna y los vientos a favor de la recuperación económica global que viene, serán propicios para que el gobierno de Peña Nieto ofrezca buenos resultados en el corto plazo si se incentiva adecuadamente la inversión. El pragmatismo de Peña Nieto puede funcionar a favor de la economía, si sus éxitos los usa para reformar al partido.
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