Moscú. El número de muertos por las graves inundaciones en el sur de Rusia se incrementó el domingo a por lo menos 150, luego de convertir en ríos las calles de la región del Mar Muerto, que barrieron con puentes e inundaron miles de hogares mientras muchos residentes dormían.
El presidente Vladimir Putin voló a la región y ordenó que los investigadores determinaran si se hubiera podido hacer más para evitar las muertes.
Las lluvias torrenciales dejaron 30 centímetros de agua en menos de 24 horas, que según el servicio meteorológico estatal fue más de cinco veces el promedio mensual.
El agua llegó al poblado de Krymsk con tal velocidad y volumen el sábado por la madrugada que los residentes dijeron que sospechaban que esa agua había salido de una reserva en las montañas. Los funcionarios locales negaron esto y dijeron que es imposible técnicamente abrir las esclusas.
Los investigadores federales, sin embargo, reconocieron el domingo que ha salido agua de la reserva pero insistieron en que no causó la inundación y que la presa no se ha roto.
También cayeron lluvias fuertes en Gelendzhik, un popular centro vacacional al lado del Mar Muerto, a unos 200 kilómetros arriba de la costa de Sochi, donde se preparan los Juegos Olímpicos de Invierno 2014. Novorossiisk, un importante puerto del Mar Muerto, también se vio afectado.
El Ministerio del Interior dijo el domingo que se han recuperado 150 cuerpos, 139 de ellos en Krymsk y nueve en Gelendzhik. La mayoría de quienes murieron eran de edad avanzada y no pudieron escapar de la crecida súbita.
Los residentes de Krymsk describieron que la masa de agua era tan alta que cubrió el capó de los coches e inundó hogares de un solo piso. Algunos buscaron refugio en techos y árboles.
Putin llegó el sábado por la tarde y revisó los daños desde el aire. Imágenes de televisión de Krymsk tomadas desde el helicóptero de Putin mostraban a la ciudad de 57.000 habitantes parcialmente sumergida en agua enlodada. El estadio de la ciudad parecía más un lago cercado.
A lo largo de la región, más de 5.000 viviendas quedaron inundadas.