A Sandra Arau Esquivel, ejemplo de principios y congruencia
Es ya un hecho que no habrá la seguridad de contar con un presidente electo hasta el 31 de agosto, fecha límite para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emita un fallo sobre la impugnación que presentará el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador. Hasta ahora, como el propio AMLO ha reiterado, todo se ha llevado por un curso legal. ¿Después? A saber.
Habrá que hacer modificaciones para controlar el financiamiento en las campañas. Es claro que todos rebasan los topes. Pero mientras reine la partidocracia, cualquier cambio en la ley electoral es una aventura.
Después de la muy desangelada campaña de Beatríz Paredes en el DF, todo parece indicar que estará en la banca priista un buen rato. No parece posicionada para competir por un puesto en el gabinete peñista, donde lo único realmente seguro, es que estarán Luis Videgaray y Miguel Osorio Chong. De la cuota femenil, la más probable es Ivonne Ortega, gobernadora de Yucatán.
La izquierda tuvo enormes avances el 1 de julio. Ganó gubernaturas en Tabasco y Morelos, barrió en el DF e incrementó su presencia en el Congreso, constituyéndose en la primera fuerza de oposición. Sus dirigentes deben reflexionar hasta dónde poner en riesgo esos logros, avalando un posible conflicto post-electoral.
Aunque Gustavo Madero insista en que no dejará la presidencia del PAN, su posición es insostenible. El desastre que los llevó a perder todo menos Guanajuato así lo exige. ¿Quién podrá recomponer Acción Nacional? Lo primero que viene a la cabeza es Josefina Vázquez Mota, pero dada la forma como obtuvo la candidatura, no se le puede considerar una figura de unidad.
La composición del Congreso de nuevo será un contrapeso al Ejecutivo. En San Lázaro, ante iniciativas controvertidas, será interesante ver el comportamiento de la bancada de Nueva Alianza (Panal). Si vota con la alianza PRI-Verde, estarán rondando los 251 votos que les den mayoría. Sería un sueño ver que los diputados votaran sin línea partidista.
Miguel Angel Mancera obtuvo 500 mil votos más que AMLO en el DF. El voto diferenciado goza de cabal salud.
En el Senado, estarán el Niño Verde, Martín Esparza, líder del SME, Dolores Padierna, Manuel Bartlett, Manuel Camacho (juvenil de las izquierdas), Carlos Romero Deschamps y Javier Lozano. Y los que se me olvidaron. ¿Así, o más controvertidos?
Se produjo el primer caso de piratería política. Como CD de Juan Gabriel en los puestos ambulantes, ahora cualquier movilización en el país tiene pancartas y camisetas del #yosoy132; algunas, con faltas de ortografía.
En las delegaciones del DF, y en la Asamblea Legislativa, dentro de la abrumadora mayoría perredista, dominan los bejaranistas. ¿Pues no que no operaba?
En un resultado absolutamente sorpresivo, toda la “chiquillada” mantuvo el registro, y con bastante margen. Cientos de millones de pesos irán a los bolsillos de la familia González Torres y anexas.
Martí Batres y Gerardo Fernández Noroña esperan puesto en la administración de Miguel Angel Mancera en DF. Si no, a trabajar.
Joya de la TV: Javier Alatorre, anunciando los resultados de la elección en el DF, “Por cómodo margen, ganó Gabriel Mancera.” A cualquiera le pasa.
Y así.
@jorgeberry