Moscú. Dos días después del desastre, fue destituida la primera autoridad local: el jefe de la provincia de Krimsk, Vasili Krutkó fue cesado por el gobernador de la región de Krasnodar, Alexandr Tkachov.
“Está demostrado que la jefatura de la provincia fue advertida con una antelación de tres horas, como mínimo, de la amenaza de inundación”, señaló Tkachov, citado por la página oficial de la Administración de Krasnodar, una de las 83 entidades de la Federación de Rusia.
El gobernador agregó que, pese a esas circunstancias, en las reuniones que mantuvo durante el fin de semana con habitantes de la ciudad de Krimsk, éstos le manifestaron que no recibieron ningún aviso de las autoridades.
Al frente de la provincia de Krimsk fue nombrado provisionalmente Alexandr Vasíliev, quien hasta ahora se despeñaba como jefe de la provincia de Krasnodar.
Aunque Tkachov indicó la necesidad de cesar también al jefe del ejecutivo de la ciudad de Krimsk, Vladímir Ulanovski, hasta el momento no se ha tomado ninguna decisión sobre su cargo, dijeron en la oficina de prensa de la Administración de Krasnodar.
Habitantes de Krimsk han denunciado que la ciudad fue arrasada por una ola de más de siete metros que, según ellos, pudo deberse al desbordamiento o a un vertido de la presa de Neberdzháyevsk, situada en una montaña a cuyos pies se encuentra la ciudad, pero las autoridades volvieron este lunes a descartar tal versión.
“Las causas de la catástrofe residen, a primera vista, solo en las precipitaciones. No vemos una causa técnica, aunque continúa la investigación”, señaló a la agencia Interfax el jefe de la Agencia federal de Recursos Hidrológicos rusa, Vadim Nikanórov.
Las autoridades han reconocido que la presa de Neberdzháyevsk se desbordó varias veces durante las lluvias torrenciales pero descartaron que estos “vertidos ordinarios” fueran la causa de las inundaciones.
El académico y exministro de Protección del Medio Ambiente Víctor Danílov-Danilián declaró que las inundaciones fueron provocadas por las lluvias torrenciales.
“Se juntan varios torrentes en el bajo y se genera una ola. Es algo absolutamente esperable”, dijo el científico a la radio RSN.
Agregó que incluso en el caso de que se haya producido un vertido de la presa de Neberdzháyevsk, su influencia en el volumen de las inundaciones hubiese sido mínima.
Siguen las búsquedas
Rusia guardó hoy duelo nacional por las víctimas de las inundaciones en el sur del país que se han cobrado la vida de al menos 171 personas, mientras prosiguen las labores de búsqueda de desaparecidos en la zona del desastre.
“Estamos trabajando sobre cada una de las denuncias de desaparecidos. Buscamos a la gente. No puedo precisar el número de las denuncias, pero son bastantes”, señaló el jefe adjunto del Centro de Gestión de Crisis del Ministerio de Emergencias de Rusia, Serguéi Miroshnichenko.
Las tareas de rastreo se ven dificultadas por el gran número de residentes no empadronados que vivían en la ciudad de Krimsk, la zona cero de las inundaciones, registradas este sábado en el litoral del Mar Negro ruso y que no tiene precedentes.
Según los datos de Emergencia, un total de 185 personas, de ellas 23 niños, fueron hospitalizadas a consecuencia de la catástrofe, que han causado cerca de 35.000 damnificados.
Efectivos militares se sumaron este lunes a la tareas de ayuda a los damnificados de Krimsk.
Más de 600 soldados y unos 150 vehículos militares se desplazaron a la zona del desastre, donde montaron un campamento con capacidad de albergar a 700 personas, informó en un comunicado la Circunscripción Militar Sur, una de las cuatro en que está dividida administrativamente Rusia