Una pared con una exposición de bonsai, que puedes llevar a casa, así como un ambiente relajado, pero no por eso menos fino, con una carta deliciosa, es lo que Omiya ofrece en la Colonia Roma.

 

Para empezar, un tiradito de salmón o hamashi, junto con unos espectaculares edamame X.O, son el pretexto para abrir el apetito e iniciar con la experiencia. Después unos rollos de anguila, pulpo o spider, hacen la diferencia.

 

Con una terraza abierta o cerrada, según el clima, se pueden pasar horas charlando y, si llega la noche, en la segunda planta hay un lounge con buena música que podría hacer que se prolongue la comida hasta la madrugada.

 

Colima 168, esquina Orizaba, Roma Norte.