Washington. El presidente estadunidense Barack Obama urgió hoy de nueva cuenta al Congreso a adoptar su plan para prolongar los recortes fiscales para los estadunidenses que ganan menos de 250 mil dólares al año, pero no para los que ganan más.

 

En su discurso semanal, el mandatario denunció lo que llamó “retrasos innecesarios” y “posturas partidistas”, en palabras que van dirigidas a los republicanos del Congreso que están bloqueando su plan.

 

Si el Congreso no toma acción, los impuestos subirán el 1 de enero y será un fuerte impacto para millones de familias de la clase media y nuestra economía, advirtió el presidente.

 

Obama señaló que con su plan, 98 por ciento de las familias no experimentarán alza de sus impuestos sobre la renta, pero el otro 2.0 por ciento (los ricos) tendrán que pagar un poquito más de impuestos, sobre todo los que ganan más de 250 mil dólares al año.

 

“Todavía estamos pagando los billones de dólares en recortes fiscales que beneficiaron más a los estadunidenses más ricos que a ninguna otra persona”, dijo al referirse a los recortes de la era de la administración de su antecesor George w. Bush.

 

Aseguró que esos recortes fiscales “no dieron lugar al aumento de salarios y empleos de clase media que se prometieron y eso contribuyó a llevarnos de una situación de déficits sin precedente”.

 

El mandatario advirtió que de no ser aprobada su propuesta fiscal se seguirá manteniendo “a la gran mayoría de los estadunidenses y nuestra economía en su conjunto como rehén”.

 

En el discurso republicano, el senador de Ohio, Rob Portman, dijo que la propuesta de Obama sería castigar a muchos propietarios de pequeñas empresas que reportan ganancias de sus empresas como ingresos personales.

 

Agregó que elevar los impuestos a los creadores de empleos “es como si se cortara el agua en época de sequía”.

 

Pero Obama asegura que 97 por ciento de los dueños de pequeñas empresas evitaría verse afectado.