Jerusalén. El Ministerio sirio de Relaciones Exteriores rechazó hoy el reporte del enviado de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, sobre el uso helicópteros militares y armas pesadas contra la localidad de Tremseh, donde murieron al menos 170 personas.

 

Entre 170 y 220 personas fallecieron el jueves pasado en la localidad de Tremseh, en la central provincia de Hama, a manos de las fuerzas armadas sirias, en una masacre en la que según un reporte de la ONU fue utilizada artillería pesada.

 

Sin embargo, el portavoz de Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria, Jihad Makdissi, negó la existencia de una matanza y la utilización de armas pesadas, pues aseguró que se trató de un ataque defensivo contra terroristas y rebeldes opositores.

 

En una rueda de prensa en Damasco, el vocero dijo que las fuerzas de seguridad sólo mataron a 37 combatientes y dos civiles en una campaña contra la aldea de Tremseh, desde donde terroristas lanzaban ataques contra los militares en otras áreas de Hama.

 

“Las fuerzas gubernamentales no utilizaron aviones o helicópteros, tanques o artillería. El arma más pesada fue un RPG (un cohete lanza granadas)”, indicó Makdissi, según un reporte de la televisora Al Yazira.

 

“Ayer recibimos una carta del señor Kofi Annan, dirigida al ministro de Relaciones Exteriores Walid al-Moualem. Lo menos que puede decirse acerca de esta carta sobre lo sucedido en Tremseh es que no se basa en hechos reales”, manifestó Makdissi.

 

“Diplomáticamente, consideramos que esta carta fue muy apresurada. El objetivo de esta conferencia de prensa es informar que lo sucedido no fue una masacre. Fue un enfrentamiento entre fuerzas regulares y grupos armados que no creen en una solución pacífica”, agregó.

 

Las declaraciones del portavoz de la cancillería siria se dan en momentos en que una misión de supervisión de la ONU recorre este domingo por segundo día consecutivo la localidad de Tremseh para evaluar el número de bajas y daños provocados.

 

“Estamos entrando ahora mismo en Tremseh (05:30 GMT). Seguimos en nuestra verificación de los hechos y si tenemos más lo informaremos”, destacó el portavoz de la Misión de Supervisión de las Naciones Unidas en Siria (UNSMIS, por sus siglas en inglés), Sausan Ghosheh.

 

La UNSMIS publicó la víspera un reporte en el que confirmó el ataque contra Tremseh con armas pesadas y helicópteros militares que cobraron la vida de unas 200 personas, muchos de ellas civiles.

 

“Podemos confirmar que hubo una operación militar el jueves 12 de julio. Los ataques parecían dirigidos hacia hogares específicos de activistas, así como desertores del ejército”, destacó el reporte.

 

El equipo de la misión de la ONU, agregó, observó casas con charcos de sangre y salpicaduras de sangre en algunas de las habitaciones, así como cascos de bala vacíos. “Hubo una amplia gama de armas utilizadas incluyendo armas pesadas y morteros de artillería”.

 

Ghosheh destacó en la declaración que por ahora no es posible identificar a los autores del ataque del jueves o estimar el número de muertos, que según activistas serían entre 170 y 220, entre rebeldes y civiles.

 

La nueva masacre en Tremseh provocó un aumento en las protestas mundiales contra el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad y los llamados al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para adoptar medidas “decisivas” que detengan el derramamiento de sangre.