PARÍS. Valérie Trierweiler, la pareja del presidente francés, François Hollande, aseguró que en el futuro se lo pensará antes de volver a enviar un tuit como el que hace unas semanas causó polémica en Francia, en plena campaña electoral.

 

Trierweiler dijo durante una visita en Brest junto a Hollande: “Me cruzaré de brazos siete veces antes de tuitear”, comentario que captaron las cámaras del canal “BFMTV”.

 

Esa visita se produjo durante la tarde del sábado, después de que Hollande hubiera participado en París en el tradicional desfile militar con que se celebra la Fiesta Nacional francesa del 14 de julio.

 

Sonriente, y mientras daba la mano a la gente que esperaba a la pareja presidencial, Trierweiler hizo únicamente ese comentario. Es la primera ocasión que se expresa públicamente sobre el polémico tuit.

 

El presidente evitó criticarla, pero reconoció que la función de Trierweiler “no es fácil”.

 

Preguntado en una entrevista televisada después del desfile militar del sábado, Hollande dijo que “los asuntos privados se arreglan en privado”, aunque no aludió al asunto del tuit.

 

Trierweiler, periodista de profesión, difundió el tuit en la campaña del pasado junio y en él apoyó a un rival político de la ex pareja de Hollande, la socialista Ségolène Royal, madre de los hijos del presidente.

 

El tuit causó un gran revuelo en Francia y desencadenó un intenso debate sobre el papel de la primera dama, que había comunicado su intención de continuar con su actividad periodística.

 

Hollande se limitó a decir que ha comunicado a sus allegados que deben respetar “escrupulosamente” el principio de que lo asuntos privados se resuelven de manera privada.

 

“Los franceses quieren que las cosas estén claras, que el Estado lo dirija quienes ellos han elegido y no haya ninguna interferencia”, zanjó Hollande, que tampoco se refirió a las críticas que su hijo, Thomas, hizo del famoso tuit.

 

Este había declarado en un semanario francés que el envío de ese mensaje (que favoreció al rival de Royal a la hora de obtener su escaño de diputada en la Asamblea Nacional, institución que aspiraba a presidir) destruyó la “imagen normal” que el presidente se había esforzado por construir durante su candidatura.

 

Pero Hollande agregó que la función de “primera dama” no tiene un “estatuto” y dijo: “Valérie quiere mantener su actividad profesional. La comprendo. Y a partir de ahí estará a mi lado cuando el protocolo lo exija”. EFE