La falta de un sitio para perrear provocó que  dos centenares y medio de jóvenes, quienes marchaban sobre la avenida Insurgentes, para llegar a un terreno de la colonia Juárez, a bailar reguetón, terminarán en la Agencia número 50 del Ministerio Público, por haber causado desorden en una de las principales avenidas de la ciudad.

 

Los denominados reguetoneros, porque les gusta bailar música de Pitbull, de Dady Yankee, Don Omar, Calle 13 y otros artistas de este género de  música, abarrotaron el espacio de la citada agencia ubicada en la delegación Cuauhtémoc, justo detrás del bunker de la Procuraduría de Justicia capitalina.

 

Hasta el cierre de esta edición, el desfile de jóvenes continuaba y algunos ni siquiera habían logrado entrar para rendir su declaración ante el agente del Ministerio Público.

 

Aun debían clasificarlos entre jóvenes y adolescentes, ser revisados por el médico legista, para saber si habían ingerido alcohol o consumido drogas, y al final determinar cuál sería su situación jurídica o si sólo se les sancionaría por faltas administrativas.

 

A perrear

La invitación se lanzó por Facebook, a las cinco habría perreada en la calle de Génova, en la colonia Juárez. Por la misma red social se pusieron de acuerdo varios jóvenes para verse en el metro Insurgentes y de allí caminar hasta el terreno donde escucharían música y bailarían.

 

Por la avenida más larga de la ciudad se dejó ver grupo de jóvenes de los denominados reguetoneros, por sus atuendos con cachuchas colocadas de lado, cadenas, piercings, pantalones holgados que dejen un trozo de la tela del boxer a la vista, marchaban platicando, cantando por Insurgentes, con rumbo a Reforma.

 

La policía, al ver un grupo tan nutrido, alrededor de 300, envió la alerta por radio, y así monitorear lo que parecía, a primera vista, una marcha informal, no programada.

 

Los agentes volvieron a saber de ellos minutos más tarde, cuando recibieron un reporte de auxilio, para  que fueran a esa avenida a  la altura del Centro Comercial de Reforma 222,  porque  unos reguetoneros causaban desmanes y alteraban el orden.

 

La razón, después se sabría, es que la fiesta de la calle Génova, fue cancelada.

 

Como ya existía la alerta previa, se prepararon el cuerpo de granaderos para salir con urgencia y llegar a contener a los jóvenes.

 

La mayoría de los reguetoneros le gritaban a los automovilistas, incluso golpearon algunos vehículos, también molestaban a las personas y se burlaban de ellas, los transeúntes decían que les daban miedo porque parecían agresivos.

 

Cuando comenzaron a ver la movilización policiaca muy cerca de ellos, comenzaron a dispersarse, se metieron algunos al centro comercial y otros trataron de perderse entre las calles.

 

Los agentes actuaron rápido y fueron sometiendo a muchos de los jóvenes. Incluso el grupo de granaderos ingresó al centro comercial de Reforma 222, detuvo a los reguetoneros que les fue posible y supervisó que ningún otro causara desmanes.

 

Los muchachos fueron subidos a las camionetas de la policía, sin mucha preocupación en el rostro y sólo tapándose de las cámaras fotográficas.

 

Al principio, la Dirección de Comunicación Social de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal informó a este diario que habían sido detenidos 250 jóvenes, de los cuales no podrían precisar si se trataba de menores de edad, “hay de todo, pero ya fueron puestos a disposición del juez cívico de la agencia número 50”, ubicada en la delegación Cuauhtémoc.

 

Las capturas, señalaron en principio los funcionarios de la procuraduría, eran producto de un operativo en ese centro comercial, la vocería de la dependencia estableció que se acudió a un llamado, y que los hechos se registraron sobre vía pública.

 

La gente que estaba ayer en esa zona, tanto visitantes de ese sitio, como personas que entraban o salían de la estación Hamburgo del Metrobús, observaban como algunos de los transeúntes, eran agredidos con groserías o hasta con golpes, por los jóvenes conocidos como reguetoneros.

 

Sin embargo, la gente que circulaba por las avenidas Reformas e Insurgentes, y por algunas calles aledañas al metro Insurgentes, eran agredidas por los chavos ataviados con el estilo de la moda del perreo, quienes también soltaban golpes contra algunos parabrisas.

 

La tarde noche dominguera en la Zona Rosa se volvió una zona  de música frustra con tintes de violencia.

 

Los jóvenes fueron bajados de las camionetas de la policía y presentados ante las autoridades para definir que sanción recibirían. Al final la cifra oficial fueron 120 jóvenes retenidos y presentados ante el Ministerio Público.