El líder nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell desmintió las afirmaciones de seguidores del Movimiento Progresista sobre una presunta desviación de recursos en favor de su candidato presidencial, que se haya inducido el voto, y que haya habido iniquidad para los aspirantes en los medios de comunicación.
En declaraciones a la prensa, negó que gobernadores priistas hayan desviado recursos para la compra de votos para favorecer la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, como afirma el Movimiento Progresista que respalda al abanderado de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
Acompañado por Eduardo Sánchez, vocero del Comité Ejecutivo Nacional, aseguró que en la elección del 1 de julio hubo un voto razonado que premió y castigó a distintas instancias gubernamentales.
El voto de los mexicanos fue informado y razonado, de ahí que haya sido diferenciado. Un considerable número de electores votó por un partido para Presidente de la República, y por otro para senadores o diputados o para gobernador, presidentes municipales y legisladores locales, apuntó.
Reiteró que en un hecho sin precedentes en materia de transparencia, el IFE abrió y recontó voto por voto 78 mil 469 paquetes (54.8 por ciento del total), sin que se modificara la tendencia.
Asimismo, dijo, el cómputo distrital confirmó que la Coalición Compromiso por México, logró el triunfo con 19 millones 200 mil votos; tres millones 329 mil más que el segundo lugar y a pesar del amplio margen el PRI manifestó su aceptación a la apertura de todos los paquetes si así lo solicitaren los partidos impugnantes ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
También refutó el supuesto rebase del Tope de Gastos de Campaña, “Desde el inicio de la campaña, la Coalición Compromiso por México, solicitó al IFE la auditoría anticipada de sus gastos. Fuimos los únicos que así lo hicimos”, recordó.
Asimismo, calificó de mentira la supuesta iniquidad en Medios Electrónicos, pues todos los candidatos tuvieron abundante y equitativo acceso a los medios de comunicación, conforme a la regulación de la Reforma Electoral de 2007-2008.
Además, el monitoreo realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México demuestra que hubo equidad en la cobertura.
Tildó como insultante para los mexicanos argumentar que los medios tienen el poder para imponerle un candidato a los votantes y calificó también de “mentira” la supuesta Manipulación de Encuestas y la Compra y Coacción de Voto.
Asimismo, dijo que acusaciones como las que implican al Grupo Soriana son falsas y recordó que sus propios directivos han aclarado que las tarjetas presentadas forman, en realidad, parte de un programa de puntos y descuentos, vigente desde 2010.
Otra mentira, añadió el líder priista, fue la supuesta Intervención de Gobernadores que los señala como “claves en la temeraria acusación de la compra de voto. Esto es falso. Si así fuera, ¿cómo explicar que el PRI no ganó en Nuevo León, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Veracruz, estados gobernados por militantes de nuestro partido?”.
Dijo que argumentar que el estado de México supuestamente tenía una cuota de 2 millones 900 mil votos, es tan falso e insultante para los mexiquenses, como sería para los capitalinos decir que el Jefe de Gobierno del DF cumplió con una cuota de dos millones 569 mil sufragios para el candidato de la izquiersda a la Presidencia.
En la conferencia, también rechazó las supuestas Estructuras Paralelas de Financiamiento. “En el caso particular de Monex, los propios directivos de la empresa han negado categóricamente la existencia de esquemas de financiamiento paralelos que lo relacionen con los partidos políticos, asimismo le ha presentado a las autoridades competentes la documentación que lo demuestra”, aseguró.
“Nos ajustamos estrictamente a los topes de campaña que marca la Ley”, por lo que “el PRI niega categóricamente todas las acusaciones que se han realizado sobre este tema”.
Por último, dijo que entre la magnitud de las acusaciones y la pobreza de las pruebas del Movimiento Progresista, deja en evidencia que no hay interés en que se actúe conforme a la ley, sino lo que se busca es contar con una justificación mediática para que su ex candidato siga vigente.