Tokio. Decenas de miles de personas, encabezadas por el premio Nobel de Literatura Kenzaburo Oe, el astro pop Ryuichi Sakamoto y el artista visual Yoshitomo Nara, se congregaron en un parque de Tokio para exigir que Japón abandone la energía nuclear, mientras el país se apresta a reactivar otro de los reactores apagados tras el desastre que causó el tsunami del año pasado en la planta nucleoeléctrica de Fukushima.

 

Los manifestantes expresaron también indignación por un informe que atribuyó el desastre en Fukushima a la cultura japonesa de “obediencia reflexiva” pero que no responsabiliza a nadie en particular.

 

Japón decidió apagar todas sus plantas nucleares de generación eléctrica para revisar su seguridad debido a que el terremoto y tsunami de marzo del año pasado causaron varias fusiones accidentales en los reactores en la planta Dai-ichi de Fukushima.

 

Unas 150.000 personas fueron desalojadas en un radio de 20 kilómetros alrededor de la planta por el temor a la radiación y la zona fue considerada durante más de un año insegura de habitar.

 

El accidente nuclear, provocó una amplia división social en Japón, que hasta entonces había sido optimista sobre la tecnología nuclear.

 

La manifestación en el Parque Yoyogi fue una de las recientes y de las más concurridas que han realizado los japoneses, generalmente recatados. La nueva protesta fue apoyada por unas 200,000 personas, según los organizadores.

 

“Queremos dejarle a nuestros hijos un mundo sin energía nuclear”, dijo Takeshi Shinoda, quien trabaja en un hospital, mientras participaba en la marcha con su hijo de tres años en un carrito.

 

Los líderes del movimiento aseguran que han reunido 7,4 millones de firmas para solicitar a las autoridades el abandono gradual de la energía atómica.

 

Hasta el mes pasado, cuando el primer ministro Yoshihiko Noda decidió volver a poner en funcionamiento el reactor de la planta de Ohi en el centro de Japón, los 50 reactores operacionales de Japón habían estado apagados. Las autoridades prevén reactivar un segundo reactor en Ohi a finales de la semana.