TOKIO. La oficina de transportes de Osaka (centro de Japón) suspendió a un conductor de metro con un año de inhabilitación por fumar un cigarrillo en un vagón que se encontraba fuera de servicio, informó la agencia local Kyodo.
El conductor, de 41 años, fue sancionado por fumar en el vagón el pasado 20 de junio mientras esperaba a que le dieran el permiso para arrancar el tren, algo considerado como un acto de indisciplina.
La sanción se produce en un momento en el que la ciudad de Osaka, la tercera por población del país, discute el riesgo de fumar en el trabajo después de que en febrero un empleado de limpieza del metro iniciara un incendio en una estación por este mismo motivo.
En Japón la normativa prohíbe fumar en muchos espacios públicos, como las principales calles y avenidas del país, aunque está permitido en bares, restaurantes y demás establecimientos privados. La autoridad es muy rigorista cuando el acto ilícito ocurre en lugares en el que el que la propagación del fuego puede concluir en una tragedia.
“Un año de suspensión por fumarse solamente un cigarrillo es un castigo severo”, aseguró a Kyodo un alto funcionario de la oficina de transportes, que ha anunciado que realizará controles por sorpresa a sus trabajadores para que no se produzcan de nuevo este tipo de incidentes.
Por su parte, el alcalde de Osaka, Toru Hashimoto, polémico en muchas ocasiones por sus declaraciones, mostró su conformidad con el castigo ejemplar y sugirió que se puede incluso estudiar la posibilidad de “despedir al conductor porque si no se le castiga de esa manera, mucha gente puede hacer lo mismo tomando en cuenta que la autoridad no castiga de manera determinante”.
El pasado 31 de mayo, coincidiendo con el Día Mundial sin Tabaco, Japón inició un plan para mitigar el tabaquismo en el trabajo mediante la reducción de las salas para fumar en los ministerios, para evitar que haya fumadores pasivos y mejorar la productividad.