Todos los portadores del VIH causante del Sida que tengan una pareja no infectada deberían tener acceso a un tratamiento antirretroviral para prevenir el contagio, aunque el uso de estos medicamentos no debe nunca sustituir la utilización de un preservativo, la única barrera realmente efectiva contra la transmisión del virus, aseguró la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

De acuerdo con la agencia sanitaria de las Naciones Unidas, casi 50% de las personas infectadas con el VIH (seropositivas) tiene parejas sentimentales seronegativas, por lo que sugiere que, independientemente de la fuerza del sistema inmunitario del paciente seropositivo, éste obtenga el tratamiento antirretroviral.

 

Estudios clínicos recientes han demostrado la eficacia de ciertos antirretrovirales para prevenir la transmisión. Además, el tratamiento evita la degradación del sistema inmunológico del paciente.

 

“Hay una evidencia creciente de que la infección por VIH causa inflamación crónica, incrementa el riesgo de problemas de salud, incluyendo algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes. Es por ello que la OMS recomienda el uso de los antirretrovirales antes de que el sistema inmunológico comience a debilitarse”, señala la organización.

 

Dicho esto, la OMS recalca que el uso de estos medicamentos no debe nunca sustituir la utilización de un preservativo, única barrera realmente efectiva contra la transmisión del virus.

 

“Nuestra posición no ha variado: abogamos por una combinación de elementos de prevención, que incluya los antirretrovirales pero también otros medios de protección como los condones”, afirmó en rueda de prensa Gottfried Hirnschall, director del departamento VIH/SIDA de la OMS.

 

“No hay billetes gratis para el sexo seguro”, agregó. La recomendación de extender el tratamiento antirretroviral a los seropositivos -que pueden ser portadores y no haber desarrollado todavía la enfermedad- incluye también a las mujeres que quieran ser madres, para evitar la transmisión materno-infantil.

 

Actualmente, ocho millones de personas en países de ingresos bajos y medios están tomando antirretrovirales, y la meta es que esta cifra se amplíe a 15 millones antes de 2015.

 

Un objetivo “alcanzable”, según Hirnschall, quien recordó que a pesar de la crisis económica, los programas de lucha contra el Sida han seguido financiándose, y de hecho ha habido un incremento del gasto de 11%.

 

“No obstante, necesitamos un esfuerzo extra para lograr mejores sistemas de diagnóstico y medicamentos más baratos”, advirtió Hirnschall.

 

Sin embargo, en caso de que las nuevas recomendaciones de la OMS se aplicaran, el número de personas que deberían obtener terapia con antirretrovirales debería ascender hasta los 23 millones.

 

Unas 20 mil personas participarán en la conferencia de Washington sobre Sida el próximo domingo, incluyendo a científicos, médicos, trabajadores comunitarios, planificadores, personas implicadas en la lucha contra la epidemia y, por supuesto, portadores del VIH provenientes de 200 países.

 

A causa de las restricciones impuestas por Estados Unidos a la entrada de trabajadores sexuales y usuarios de drogas, estos dos colectivos no podrán participar en la conferencia y se reunirán en dos eventos paralelos en Ucrania y la India.