La relevancia del crecimiento de un país o un conjunto de países, ha sido siempre aceptada y éste ha sido considerado, en todo momento, un fin deseable para alcanzar el desarrollo, independientemente de ideologías, corrientes o visiones. Sin embargo, las formas en las que se promueve o pretende alcanzar el crecimiento han variado y evolucionado a lo largo de los años, en contextos de economía política distintos.

 

Hoy en día, dadas las consecuencias de las distintas tendencias, existen acuerdos globales sobre la importancia de ciertos aspectos que ya no se pueden dejar de lado y que deben de ser atendidos como parte de las políticas que alientan el crecimiento. Tal es el caso del medio ambiente, la pobreza y la desigualdad. Ya no es viable, dadas las consecuencias que ha tenido, pensar en crecer a costa del medio ambiente o crecer para eliminar la pobreza sin atender la desigualdad. Ante esta situación, el Banco Mundial ideó un concepto llamado crecimiento ecológico inclusivo.

 

Necesario, eficiente y costeable es como esta institución define al crecimiento que es verde y para todos. Necesario porque sin él, no es posible alcanzar un desarrollo sostenible; eficiente porque apela a tratar las fallas de mercado y aquellas de gobernabilidad, creciendo de manera ecológica pero no más lentamente, y costeable porque algunas de las políticas que lo rigen se pagan por sí solas y otras hacen sentido económico si se contemplan las externalidades a las que dan pie.

 

Sin embargo, para que esta visión de crecimiento pueda ponerse en marcha de forma adecuada, depende de políticas de crecimiento que se adapten a una realidad económica, política y a comportamientos e intereses arraigados; políticas que fomenten reformas a la regulación, inversión pública, eliminación de restricciones financieras y patrones de precios establecidos, y que al mismo tiempo, procuren cambios en comportamientos y normas sociales. Dichas políticas, en la práctica, se pueden manifestar como impuestos verdes, cobro de externalidades ambientales, creación de derechos de propiedad comerciales y reducción de subsidios inapropiados o regresivos.

 

Uno de los retos más importantes para lograr que el crecimiento pueda jugar a favor del medio ambiente y favorecer a todos por igual, son los frenos políticos y sociales a los que se enfrenta; más allá de recursos, se necesitan sortear inteligentemente este tipo de obstáculos. Ante esta situación parece una buena noticia que la reciente Cumbre de líderes del G-20 haya establecido como una prioridad, en temas de desarrollo, el crecimiento ecológico inclusivo, junto con la seguridad alimentaria y la infraestructura.

 

Dentro de los factores centrales para conseguirlo se identificaron las necesidades de: asegurar la eficiencia de los recursos, promover la innovación sustentable, adoptar patrones sostenibles de consumo y producción, fortalecer la difusión de conocimiento y tecnología, desarrollar infraestructura sustentable, y el fomento de vínculos existentes entre sectores como son la energía, el agua y la seguridad alimentaria.

 

 

* Licenciada en Economía egresada de la Universidad Iberoamericana. Encargada de la coordinación general de proyectos en Contorno, Centro de Prospectiva y Debate. jespinosa@contorno.org.mx

 

 

Lecturas

Banco Mundial: Inclusive Green Growth; The Pathway to Sustainable Development http://bit.ly/Q7OaQU

 

VII Cumbre de Líderes del G20: Informe del grupo de trabajo sobre desarrollo y Plan de acción de Los Cabos para el crecimiento y el empleo. http://www.g20.org/