Washington. La astronauta Sally Ride, la primera mujer estadounidense en viajar al espacio, murió hoy a los 61 años en su casa de La Jolla California a causa de un cáncer, casi tres décadas después de su primer viaje espacial y tras años dedicados a la investigación y a la divulgación científica.

 

Su primera misión en el espacio duró 147 horas, sirvió para realizar una decena de trabajos en satélites y otros aparatos, pero pasaría a la historia por ser el primer viaje fuera del planeta de una mujer de Estados Unidos, que luchaba entonces por consolidarse como la mayor potencia aeroespacial del mundo.

 

La agencia espacial NASA subrayó hoy en un comunicado que Ride «rompió la barrera de género hace 29 años, cuando llegó al espacio a bordo del transbordador espacial Challenger para convertirse en la primera mujer estadounidense en el espacio».

 

«La nación ha perdido a uno de sus mejores líderes, maestras y exploradoras», sentenció el administrador de la NASA, Charles Bolden.

 

«Sally fue una heroína nacional y un modelo a seguir», afirmó en un comunicado el presidente de EU, Barack Obama, quien recordó que la astronauta «inspiró a una generación de chicas jóvenes para que alcanzaran las estrellas y más tarde luchó incansablemente para ayudarles».

 

Ese primer viaje fue el 18 de junio de 1983 y formaba parte de la tripulación de la nave «Challenger», con la que Sally Ride también cumpliría su segunda misión en el espacio en 1984.

 

La hazaña de Ride llegó dos décadas después de que la rusa Valentina Vladimirovna Tereshkova se convertiera en la primera mujer en viajar al espacio, cuando la Unión Soviética y Estados Unidos escenificaban una dura lucha en los avances aeronáuticos.

 

Tras dos viajes y 344 horas acumuladas fuera de la Tierra, esta estadounidense empezó a prepararse para una nueva misión, que fue suspendida repentinamente por el accidente más grave de la historia aeronáutica.

 

La explosión en enero de 1986 de la misma nave que la había llevado al espacio, «Challenger» y la muerte en el accidente de siete compañeros marcó profundamente a Ride, que participó activamente en la investigación de la tragedia, según recordaron los compañeros de la empresa que presidía.

 

La compañía, Sally Ride Science, especializada en la divulgación de la aeronáutica, destacó en un comunicado que la astronauta retirada se esforzó durante décadas en «inspirar a los jóvenes, especialmente a ellas, para que mantuvieran su interés por la ciencia, lo convirtieran en un conocimiento científico y exploraran carreras vinculadas a la ciencia y la ingeniería».

 

Ride se retiró de la agencia espacial en 1987, pero siguió vinculada al espacio desde el mundo académico y de la investigación, y más tarde, en 2001, fundando su propia empresa para divulgar la ciencia, la tecnología, las matemáticas y la ingeniería entre los jóvenes, especialmente entre las chicas.