Bermudas, Bahamas, Islas Caimán, Belice, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Barbados, Las Antillas, Gran Bretaña, Irlanda, Luxemburgo, Suiza, San Marino, Mónaco, Hong Kong, Filipinas, Islas Marshall, Singapur, Isla de Man y muchas zonas más son recomendadas por los principales bancos del planeta como destinos seguros para invertir sus millones sin pagar impuestos en su país de origen. Lo único que debe hacer para conocer este tipo de planes de inversión es tener millones de dólares listos para dejarlos en manos del equipo financiero especializado en estos movimientos, bajo un estricto código de confidencialidad.
Miles de millonarios y sus familias han enviado hasta 32 billones de dólares a paraísos fiscales en los últimos 40 años, mediante diversas instituciones bancarias, evitando pagar 280 mil millones de dólares de impuestos en sus países.
De acuerdo con un estudio realizado por James S. Henry, ex director de la consultora McKinsey, publicado en el dominical británico The Observer, México es uno de los países más afectados por esta práctica.
La investigación destaca los 20 países en vías de desarrollo más afectados por esta práctica. El número uno es China, nación que envió mil 189 mil millones de dólares a los paraísos fiscales. Corea del Sur está en segundo lugar, con 799 mil millones de dólares, seguido de Rusia, con 798 mil millones de dólares, y Brasil, con 520 mil millones de dólares.
México reporta una salida de 417 mil millones de dólares entre 1970 y 2010, de acuerdo con el estudio.
El economista James Henry, experto en paraísos fiscales y ex jefe economista de la consultora McKinsey, elaboró el informe sobre esta situación para la organización independiente Tax Justice Network, con sede en el Reino Unido y que hace campaña contra la evasión fiscal.
Este capital -depositado en bancos y cuentas de inversión, sin contar activos como propiedades o yates- es protegido por profesionales de distintos sectores: bancario, legal, contable y de inversión, agrega Henry.
“El problema aquí es que los activos de estos países están retenidos por un número pequeño de individuos adinerados, mientras las deudas tienen que ser pagadas por el individuo de a pie a través de sus gobiernos”, explica el informe.
DIFÍCIL DE RASTREAR
El documento destaca el impacto del dinero enviado a los paraísos fiscales por élites en los balances de 139 países en desarrollo, colocando estas inversiones y montos fuera del alcance de las autoridades fiscales locales.
“El tamaño de estas operaciones a nivel global es difícil de medir con precisión, como resultado de su naturaleza fragmentada, dificultades en su definición y una cultura generalizada de la secrecía”, aseveró James Henry.
La investigación estima que desde 1970 hasta 2010, los ciudadanos más ricos de estos 139 países habían acumulado entre 7.3 y 9.3 billones de dólares de “la riqueza en alta mar no registrada”, lo que de acuerdo con el autor del informe representa un “gran agujero negro en la economía mundial”.
“Los esfuerzos internacionales por medir estas operaciones a menudo se centran únicamente en aspectos limitados de la misma: Por ejemplo, se gasta mucho esfuerzo en la medición y la lucha contra el financiamiento al terrorismo o al soborno internacional (en menor medida), pero se presta poca atención a problemas de escala mayor y abusos comerciales de transferencia y manipulación de precios”, explicó el experto en paraísos fiscales.
El estudio fue realizado en base a datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), Global Financial Integrity e información de bancos centrales.
LOS INTERMEDIARIOS
En el documento “Revisión de estimaciones de activos de la banca privada de acuerdo con su gestión de activos y total de clientes”, James S. Henry da a conocer que el ranking de los 50 bancos con más activos de clientes en paraísos fiscales suma 12.5 billones de dólares.
“De 2005 a 2010 hubo un crecimiento de 10% por año en los activos, con excepción de algunas instituciones como Bank of América y Commerzbank, que cayeron con fuerza”, detalla el documento.
El ranking 2005-2010 de activos en paraísos fiscales está encabezado por el banco estadunidense UBS, con un incremento de 1.9%, entre activos bajo gestión y activos de clientes.
El segundo lugar lo tiene Credit Suisse, que en 2005 tenía el tercero, con un incremento de estos activos de 12.3%.
El tercer lugar lo ocupa HSBC, que en 2005 administraba un total de 183 mil millones de dólares en activos bajo gestión y 311 mil millones de dólares en activos de clientes en paraísos fiscales, lo que lo colocaba en el lugar número cinco de la lista.
Para 2010, el banco británico ya contaba con 390 mil millones de dólares en activos bajo gestión y 663 mil millones de dólares en activos de sus clientes, es decir, en cinco años sus operaciones “offshore” crecieron 14.7%.