Eso podrán decir las cajas de los productos de Apple en un futuro cercano, “Nunca tocado por la mano del hombre”, lo que le permitirá dejar en claro que sus dispositivos no fueron creados por humanos en fábricas chinas que semejan ciudades o cárceles de obreros que de vez en cuando hacen que el mundo voltee a ver momentáneamente su vacío existencial con un suicidio.
Yo hasta el momento no he escuchado que alguien diga: “Yo no uso iPhone o Xbox porque estoy en contra de los productos que emplean humanos para ser ensamblados, o porque proviene de fábricas con denuncias de explotación de la mano de obra”. Eso lo he escuchado más en la industria de los textiles, con marcas como Nike, que en la electrónica. Pero es lo que temen actualmente las fabricantes de tecnología y gadgets, ser señalados como explotadores.
Frank Tobe, de The Robot Report, me contaba hace unos meses que Foxconn abrió a mediados del año pasado una planta para construir robots que puedan sustituir a las personas en las líneas de ensamblado de tecnología. El proyecto, en manos de 200 de los ingenieros más importantes del planeta, tiene como finalidad tener a más tardar este año un millón de máquinas que trabajen sin descanso. Sustituir a por lo menos dos millones de humanos por esa fuerza de trabajo que se queja, se cansa y recientemente se mata porque no está de acuerdo con las condiciones que el empleador impone, principalmente en China.
Hace unos días Tobe me escribió un correo, en donde me dice que está tratando de confirmar una inversión de Apple por siete mil millones de dólares para robots, algo publicado en Seeking Alpha report.
Es una historia importante, dice, porque es la exclusiva de un movimiento estratégico de la empresa de Cupertino, California, en la producción masiva de robots que le permitirá seguir delante de la competencia.
“Es un pensamiento muy avanzado: invirtiendo tanto en robots en este momento, Apple mantiene su liderazgo en la manufactura de tecnología y en la calidad de sus productos en los próximos años”, escribe Tobe.
Y reitera: “La productividad. Desplegando robots en las tareas difíciles, sucias y peligrosas, hechas previamente por humanos con bajo salario, Apple estará mejorando no solamente su imagen, sino las condiciones de trabajo, la calidad de los productos y la eficiencia de los trabajadores”.
Tobe dice que no se ha mencionado nada de la planta de robots que inauguró Foxconn el año pasado en Taiwán, se pregunta si el dinero de Apple irá a ese lugar o para qué otra fábrica.
Seeking Alpha report recuerda que 700 mil personas trabajan en China armando productos como el iPad y el iPhone. “Toma 141 pasos hacer un iPhone o un iPad y, en el transcurso de cinco días que tarda su ensamble, pasa a través de 325 pares de manos”, explica. Aunque el costo que pagan por la labor humana en este proceso equivale a 3% del producto, sigue siendo un problema tratar con seres pensantes. Los principales beneficiarios de esta medida de Apple, además de la empresa estadunidense, serían Fanuc, el principal fabricante de robots, ABB y Siemens.
Tobe insiste en que en ningún lado se menciona su descubrimiento, la planta de robots que abrió Foxconn en 2011.
Son dos empresas que guardan muy bien los secretos, me recuerda el autor de The Robot Report, y es una historia que debemos investigar pues es del interés de la comunidad, aunque todavía no se entere del impacto que tendrá en su vida.
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