Mérida. México cuenta con las herramientas tecnológicas para lograr que ninguna mujer muera por cáncer cérvico-uterino y de mama, afirmó el director del Centro Nacional de Cáncer de la Mujer y Salud Reproductiva, Mario Gómez Zepeda.
Durante la clausura del primer Diplomado Latinoamericano sobre Cáncer de la Mujer, lamentó que cada año 11 mil 148 mexicanas fallezcan de neoplasias asociados a la cervis, mama, ovarios y endometrio.
Tras establecer que la prevención es vital para ofrecer una mejor esperanza de vida, insistió en que detrás de cada detección hay una mujer, y de ella, una familia que requiere mantenerse unida, razón por la que llamó a someterse a las pruebas gratuitas contra el cáncer.
Recordó que a nivel nacional el cáncer de mama es la primera causa de muerte por neoplasias entre mujeres mexicanas, “son 5 mil mujeres que mueren al año, con una tasa de casi 14 defunciones por día”.
Este padecimiento, indicó, le ha ganado terreno al cáncer cérvico-uterino, que registra una incidencia de mortalidad de 3 mil 900 casos al año.
Reconoció que el cambio en los estilos de vida como son el sedentarismo, el sobrepeso y el tabaquismo, asociado a una decreciente práctica de dar pecho, permite gane terreno el cáncer de mama.
Agregó que las medidas de prevención son tan sencillas como la autoexploración a partir de los 10 años; acudir al médico para la explotación a partir de los 25 al menos una vez al año, así como realizar la mastografía a partir de los 40 años.
Una mastografía, indicó, permite prevenir, pues de detectarse un nódulo es posible realizar una biopsia y de salir positivo iniciar un tratamiento, que no necesariamente tendrá que ser por radio o quimioterapia.