El cerebro puede ser el peor de los gimnasios para fortalecer a las musculosas patologías. El reciente capítulo de Batman en Aurora complementa la robusta saga de tragedias que bien podría tener un formato de cómic negro. Uno de sus capítulos que perforaron la memoria fue la de Columbine que, casualmente, coincidió con el lanzamiento de la película Matrix, una de las narrativas indispensables sobre la manipulación de la realidad al mejor estilo Baudrillard.

 

Por momentos, entre Batman y Patrick Bateman (American psycho) la frontera se disipa; superhéroe de día y antihéroe por la noche, respectivamente. La moral como misterio insondable.

 

Quizá la maestra de la narrativa seductora del crimen “circunstancial”  como lo fue Patricia Highsmith, con su saga Tom Ripley, nos daría una explicación sobre los rasgos hermenéuticos de James Holmes quien, renunciando al anonimato, se convirtió en antihéroe en Aurora, Colorado, la madrugada del sábado durante el estreno de la película del superhéroe Batman, al disparar indiscriminadamente en su mundo, mitad Matrix (el suyo), mitad real (el de los asistentes a la película).

 

Bret Easton Ellis creó a Patrick Bateman con una ADN refinado por Narciso y las marcas del momento; en los gimnasios de la modernidad, sus músculos lo convirtieron en un antihéroe de sus circunstancias pero en un superhéroe para sí mismo; Tom Ripley nos demostró, como me dijo en alguna ocasión Laura Tremosa, que cualquier humano puede matar con una facilidad pasmosa. (De ahí los magistrales recursos literarios de Patricia Highsmith.)

 

Finalmente, Christopher Nolan, director de Batman, El caballero de la noche, es un obseso de la manipulación de la realidad. Así lo definen quienes lo conocieron durante el rodaje de El Origen, película adelantada al psicoanálisis holográmico del siglo XXII. Nolan mandó construir un piso giratorio de un hotel para conseguir la escena estética deseada. En esos momentos, reconoce Nolan, visitó su mente el antihéroe Bane, el hoy maloso de la tercera parte de Batman.

 

¿Quién es Bane o quién es James Holmes (el asesino de la película Batman (Aurora)?

 

Bane fue creado por DC Comics y su objetivo primigenio fue derrotar a Batman en Knightall (su primera aparición ocurrió en 1993). Dotado de inteligencia y fuerza, se hizo antihéroe por injusticias de la vida. Para comprender su historia hay que remontarnos a la prisión Peña Dura, ubicada en la isla (ficticia) de Santa Prisca. Bane fue obligado a cumplir la sentencia que originalmente le fue dictada a su padre, pero que al escapar, tuvo que cumplirla él.  Otro de los capítulos cruentos de su vida fue cuando a los seis años de edad vio a unos malosos arrojar al cadáver de su madre a los dientes de tiburones.

 

Bane decidió preparase tanto física como intelectualmente. En la cárcel era de los pocos que ingresaban a la biblioteca. En el gimnasio fortaleció sus músculos, y finalmente, por la noche no lograba dormir con tranquilidad debido a que un bicho extraño similar al murciélago se le metía en la cabeza. Su fortaleza lo llevó a ser conejillo de indias al aplicársele una dosis de veneno. La resistió y decidió viajar a ciudad Gótica en compañía de algunos rufianes para enfrentar al terror de sus sueños, Batman.

 

James Holmes también era un personaje preparado. En sustitución de la fuerza física decidió forrarse de armamento para entrar al cine y convertirse en antihéroe. Esa noche Batman fue derrotado al no poder saltar de la pantalla para defender a los asistentes.

 

La insistencia de creer en la existencia de superhéroes conlleva a la sobre producción de antihéroes que desean vivir lo mismo en Aurora, capital itinerante de la ciudad Gótica, que en Columbine, capital itinerante de Matrix.

 

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