Según los registros oficiales sobre VIH-Sida, en México existen 98 mil 468 personas infectadas y 88 mil 911 más han muerto de 1983 a la fecha, pero la realidad es otra. La Fundación Mexicana para la Lucha contra el Sida estima que por cada caso diagnosticado existen dos o tres más, mientras que en el caso de los fallecimientos muchas veces estos se atribuyen a enfermedades oportunistas.
Así, la cifra de infecciones podría ser de más de 295 mil personas. “Hay una falta de conciencia o miedo porque sé que tuve una práctica de riesgo, sé que puedo estar infectado y prefiero no buscarle. Además hay gente que enfrenta otra problemática, como un abuso sexual, y prefiere no hacerse el examen”, explicó David Alvarado, presidente de dicha Fundación.
La discriminación y el estigma que todavía existe respecto a la enfermedad es una limitante para que la gente se haga el examen, ya que en los centros de salud se piden antecedentes y detalles sobre la vida íntima.
“La gente cree que se le va a juzgar. Los hombres heterosexuales que tienen sexo con otros hombres piensan que los doctores los van a asumir como homosexuales y prefieren no ir al médico”, apuntó Alvarado.
Respecto al registro de fallecimiento, explicó que existe una “cifra negra” porque las actas de defunción indican solamente que la causa de la muerte fue por una enfermedad oportunista, pero no se asienta si la perdona estaba infectada con el VIH.
El Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH-Sida (Censida) tiene registradas 88 mil 911 muertes por Sida o VIH en los últimos 29 años, pero la cifra también podría crecer si se detallara que además de esa enfermedad, el paciente tenía el virus.
Esto no ocurre para evitar una estigmatización al paciente o la familia. “A 30 años de esta enfermedad todavía sigue habiendo discriminación”, lamentó Alvarado.
Sin embargo, Alvarado subrayó que estos datos son importantes para una vigilancia epidemiológica más certera de las enfermedades que atacan a los pacientes, hacer planes médicos y mejoras en los servicios de salud. De igual manera, las cifras de Censida serían más confiables porque se conocerían las muertes exactas y se sabría qué pasó con ese paciente que fue diagnosticado.
HISPANOS, AFECTADOS POR EL ESTIGMA
A igual que en México, el estigma social sigue impidiendo que los hispanos portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) busquen cuidado médico y participen en estudios clínicos, dijeron ayer expertos durante la XIX Conferencia Internacional del Sida.
Los hispanos tienen las tasas más altas de infección con el VIH en Estados Unidos, después de los afroamericanos, “y por ello son esenciales los programas de educación e información”, dijo Jacqueline Pérez, del Proyecto PACT.
“Nuestro proyecto les ofrece a estas personas los tratamientos que necesiten, servicios de prevención, transporte e intérpretes para que les facilite la concurrencia a sus citas médicas”, agregó Pérez en la conferencia, que se celebra en el Centro de Convenciones de Washington.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el número de latinos infectados por el VIH es desproporcionadamente alto, pues representan casi 20% de los nuevos casos cada año, aunque representan 16% de la población total.
La tasa de infección con el VIH entre los hombres latinos homosexuales es la segunda más alta del país, después de los negros.
Esos datos también se observan en América Latina y el Caribe, donde más de la mitad de las personas infectadas con VIH son hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, según datos de las autoridades sanitarias internacionales.
Cientos de activistas protestaron hoy dentro y fuera del centro de convenciones mientras los científicos y funcionarios de salud de todo el mundo hablaban en decenas de foros acerca de tratamientos y la búsqueda de una cura para el mal.
“A 30 años de esta enfermedad todavía sigue habiendo discriminación”,
David Alvarado, presidente de la Fundación Mexicana para la Lucha contra el Sida
20% de los nuevos casos en EU son de latinos
Poco visible la presencia de México en la Conferencia
La Conferencia Internacional del Sida es el evento bianual más importante para discutir las políticas públicas para la atención y prevención de la enfermedad a nivel mundial. Para esta edición, sólo José Antonio Izazola, titular de Censida representa al gobierno mexicano.
Este año, que por primera vez se realiza en Estados Unidos, participan como ponentes funcionarios de la talla de Hillary Clinton y Kathleen Sebelius, secretarias de Estado y de Salud de Estados Unidos, respectivamente; Jim Kong Kim, presidente del Banco Mundial; Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA.
Asimismo, el programa incluye la participación del ganador del premio Nobel Françoise Barré-Sinoussi; el empresario Bill Gates; Geeta Rao Gupta, subdirectora ejecutiva de programas en UNICEF; y Gottfried Hirnschall director del departamento de VIH/SIDA de la Organización Mundial de la Salud.
Hace cuatro años México fue sede del encuentro.