Luego de los ataques del Ejército Popular Revolucionario (EPR) contra instalaciones estratégicas de Petróleos Mexicanos (Pemex), el 10 de julio de 2007, el General Tomás Ángeles Dauahare pactó una tregua con el grupo insurgente.
A cambio, el gobierno federal autorizó el traslado de algunos presos del EPR a cárceles de mediana seguridad.
En entrevista con Carmen Aristegui en su programa de radio MVS Noticias Primera Emisión, el general arraigado e investigado por presuntos nexos con el narcotráfico admitió que en ese entonces fue intermediario entre las autoridades civiles y el EPR, a fin de que cesaran los ataques.
El 10 de julio de 2007, el EPR atacó instalaciones de Pemex en Salamanca, Celaya y Valle de Santiago, en Guanajuato, y posteriormente en Querétaro.
Dijo que con ayuda del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) se logró el traslado de algunos presos de ese grupo guerrillero y que “todo fue tan bien que se suspendieron los bombazos”.
El espionaje
Desde noviembre, afirmó el General, sabía que lo estaban siguiendo físicamente e interviniendo sus llamadas telefónicas.
“A mí me estaban siguiendo, obviamente me di cuenta, no me preocupé en nada, en lo absoluto porque no tengo nada que ocultar, nunca supe si venía de mis ex compañeros militares, si venía de la Procuraduría General donde estoy actualmente (arraigado), no supe, no me interesó”, expresó.
Por lo tanto, apuntó, la causa de su arresto no pudo estar vinculada con lo que afirmó en un foro de la Fundación Colosio, en donde fue crítico con la estrategia del presidente Felipe Calderón. “Desde antes de ese foro ya era vigilado”, sostuvo.
La sucesión
Desde el centro de arraigo de la PGR, el General Tomás Ángeles afirmó que el Secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, lo retiró a la edad reglamentaria (65 años) después de reclamarle haber esparcido rumores sobre su salud, con intenciones de asumir su cargo.
“Después del retiro tomé distancia con el Secretario de Sedena. Él me dijo en una plática que había el rumor de que lo yo había enfermado para relevarlo. Yo le dije que no, y que de su Estado Mayor, de ahí salió el rumor. No sé si por alguien que lo quería revelar”.
Respecto a los motivos de la investigación en su contra, exculpó a Galván y al titular de la SSP, Genaro García Luna, pero no así a los generales que aspiran a ocupar el más alto puesto de la Sedena.
El General aseguró en la entrevista que nunca aspiró ser Secretario de Defensa o de Seguridad Pública. “No había ni el más sutil aroma”, aseveró.
Ni golfo ni chapo
Ángeles Dauahare rechazó haber tenido cualquier trato o vínculo con cárteles de la droga. “Con ninguno, ni con Pacíficos, ni Zetas ni Beltranes, ni Mayos ni Arellanos. No tuve nada que ver con el narco. Yo tenía cargos administrativos, no tenía injerencia en aspectos de inteligencia y operaciones”.
Aseguró que su trabajo no le daba oportunidad de ello, pues tenía cargos administrativos, como secretario particular, director del Colegio Militar, del Instituto de la Fuerzas Armadas.
Desde el 15 de mayo pasado, Ángeles Dauahare, con 47 años de servicio en el Ejército Mexicano, fue detenido por la Policía Judicial Militar tras una solicitud de localización de la PGR. Desde entonces está arraigado, ya que se le acusa de haber recibido sobornos del cártel de los Beltrán Leyva a cambio de colaborar para esa organización criminal. REDACCIÓN
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