Londres. La mirada de más de 40 fotógrafos extranjeros que visitaron Londres entre 1930 y 1980 ofrece una imagen alternativa de la ciudad, fascinante y llena de contrastes, que ahora se recoge en una exposición.
“Another London” (Otro Londres), que se presentó hoy a la prensa en la galería londinense Tate Britain, reúne 177 imágenes tomadas en esos años por 41 artistas de fuera del Reino Unido, que plasmaron con sus cámaras las contradicciones de esta gran urbe.
Las diferencias entre las clases sociales, las tradiciones británicas, los pobres del este de Londres o la discriminación de los negros en los años sesenta son algunos de los temas que figuran en el trabajo de fotógrafos como Wolfgang Suschitzky o Neil Kenlock.
La exposición, que estará abierta hasta el 16 de septiembre, muestra obras de maestros como Henri Cartier-Bresson, considerado el padre del fotoperiodismo y cofundador de la agencia Magnum, quien captó el ambiente previo a la coronación de Jorge VI, padre de la reina Isabel II.
Una de las fotos más llamativas, que se utiliza como presentación de la muestra, es la de una joven adolescente cargada con un saco de dormir que tiene un cachorro de gato en las manos y que parece encapsular la fragilidad del ser humano en la gran ciudad.
Junto a fotografías emotivas -como la de niños harapientos jugando en la calle o un ama de casa pobre limpiando arrodillada el suelo de su portal-, las hay divertidas, como las que muestran a londinenses vestidos al estilo típico de los años setenta.
Entre los fotógrafos cuyas imágenes reúne esta muestra destacan también Dora Maar, la amante de Picasso, que captó a un londinense vestido de “Pearly King” (traje festivo con botones de color perla), el argentino Horacio Coppola o el maestro chileno Sergio Larraín, que trabajó para Magnum y murió este mismo año en Chile.
“Another London” se inaugura mañana coincidiendo con la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres “para ofrecer a los visitantes un recorrido por la vida de la ciudad”, según la comisaria, Helen Delaney.
Las fotografías de la exposición se han seleccionado de una colección de mil 400 perteneciente a Eric y Louise Franck, que se han comprometido a donarla a la galería Tate Britain, del grupo Tate, especializada en arte hecho o inspirado en el Reino Unido.