En cuanto terminó el acto protocolario de la inauguración de la Ronda de Uruguay y salió de la sala el presidente Felipe Calderón, el cotarro se alborotó entre saludos, bromas, entrevistas de pasillo y dos que tres funcionarios que prefirieron buscar la salida a paso acelerado.
Carlos Slim, anfitrión del encuentro, sonreía y se dejaba fotografiar con cuantos le requerían. Claudio X González, como en los viejos tiempos, volvía a ver a los priistas enfilarse del nuevo a Los Pinos -por ahí andaban el líder priista Pedro Joaquín Coldwell y los gobernadores de Yucatán y Quintana Roo, Ivonne Ortega y Roberto Borge- pero igual departía con los perredistas Carlos Navarrete, Armando Ríos Piter y el gobernador electo de Morelos, Graco Ramírez.
A unos pasos, el próximo gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, bromeaba con el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel. Le contaba que en los viejos tiempos los priistas decían que de ningún modo podían perder Tabasco por una cuestión de “seguridad nacional”, y que en esta elección repetían igual, que no podían perder Tabasco pero por otra razón: como (Enrique) Peña Nieto iba a privatizar Pemex ¡había que evitar que les tomaran los pozos petroleros! Núñez reía y decía: “Ni se me había ocurrido, pero voy tomando nota…”, a lo que Suárez Coppel pedía también en broma: “No, por favor, podemos arreglarnos de manera más tranquila…”.
Del lado de los panistas, el secretario de Hacienda José Antonio Meade rechazaba ante los micrófonos de los reporteros la posibilidad de futuros casos de lavado de dinero similares al de HSBC: “Nosotros estamos bastante tranquilos…”, diría. El gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, saldría por piernas, y el senador elector Héctor Larios, se refugiaba en su Ipad en lo que reanudaban la sesión.
La actitud de unos y otros revelaba claramente el ánimo de los que se van y de quienes están por llegar. Y el encuentro en sí -no sólo por los asistentes, sino por el ambiente y la facilidad para acceder a los invitados y conversar- recordaba algunos de los mejores tiempos de la política exterior mexicana, sólo que éste no fue organizado por la cancillería sino por el empresario más rico de México.
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EL ZORRO CUIDANDO EL GALLINERO.- El ex presidente español Felipe González habló con pasión -en algunos momentos hasta con enojo- de la crisis por la que atraviesa Europa y particularmente España: “Situación límite en la que podemos arrastrarnos por el fango durante años”.
Se mofó del presidente español Mariano Rajoy por su declaración en el sentido de que las medidas a tomar no le gustaban pero que no tenían libertad de elegir. ¡Cómo!, soltaría González, claro que sí hay libertad para elegir, siempre hay opción, márgenes de maniobra al menos hasta para hacer “disparates”.
De la visión de aquellos que ahora quieren quitar a los políticos para poner a tecnócratas, el ex mandatario tampoco contendría la burla: “¡Absurdo!, ahora quieren llevar al poder a los que nos llevaron a la crisis para que nos saquen de ella. O sea, llevar al zorro para que nos cuide el gallinero…”.
Aseveró también que Europa está cometiendo un error en esta crisis “del que no va salir”. Advirtió que Alemania apenas crecerá este año 0.7% y preguntó: “¿A quién le va exportar si estamos todos tiesos?”. El panorama descrito por Felipe González dejó a los asistentes en silencio.
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GEMAS: Obsequio del ex presidente chileno Ricardo Lagos a propósito de la lucha por la supremacía mundial entre Estados Unidos y China: “La historia de los imperios que suben y bajan es continua, no termina. No existe el fin de la historia”.
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